Bolsa, mercados y cotizaciones
La tensión entre Trump y Xi forzará a la Fed a bajar cuatro veces los tipos en 12 meses
- El mercado descuenta dos recortes hasta final de año y otros hasta julio
- Los expresidentes de la institución defienden su independencia frente a los políticos
José Luis de Haro
Nueva York,
En un abrir y cerrar de ojos, "el ajuste de mitad de ciclo" con el que el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, hizo un guiño a los halcones que se opusieron al primer recorte de tasas desde 2008, puede convertirse en leyenda.
El bombardeo arancelario y ahora también cambiario entre Washington y Pekín ha reajustado las previsiones del mercado, que ahora espera recortes por valor de al menos 101,2 puntos básicos en los próximos 12 meses, según datos distribuidos el martes por Morgan Stanley. Un revés acomodaticio que podría materializar al menos otras dos rebajas de 25 puntos básicos, cada una antes de que termine el año.
"Nuestro escenario base es que la Fed recortará tipos en 25 puntos básicos en octubre pero la escalada de las tensiones comerciales aumentan el riesgo de que el banco central tenga que recortar tasas al menos dos veces más antes de que termine el año", avisa Robert Rosener, economista de Morgan Stanley, quien no descarta incluso la posibilidad de un recorte de hasta 50 puntos básicos en septiembre, si las condiciones financieras se endurecieran.
Durante la jornada del martes, los futuros que sigue el FedWatch de la CME, señalaban como un 42,9% del mercado atisba el precio del dinero en un rango del 1,50% y el 1,75% o al cierre de la reunión del próximo 11 de diciembre, lo que implica al menos dos recortes de 25 puntos básicos cada uno antes de finales de año. Sólo un 11,5% observa los tipos entre el 1,75% y el 2% mientras el 39,3% fija sus miras entre el 1,25% y el 1,50%.
Por su parte, Jay Hatzius, economista jefe de Goldman Sachs, actualizó sus perspectivas para descontar recortes por un total de 75 puntos básicos en el conjunto de este año, donde se incluiría la rebaja ya implementada la semana pasada.
"A la luz de los crecientes riesgos de la política comercial, las expectativas del mercado de recortes de tasas mucho más profundos y un aumento en el riesgo global relacionado con la posibilidad de un Brexit sin acuerdo, ahora esperamos un tercer recorte de 25 puntos básicos en octubre", avisó en un informe a sus clientes.
De esta forma, la Fed rebajaría tipos en septiembre y octubre pero haría una pausa en diciembre. El anuncio de una nueva remesa de aranceles del 10% sobre productos chinos por valor de 300.000 millones de dólares, buena parte de ellos de consumo cotidiano para los estadounidenses, así como la designación oficial de China como un manipulador de su divisa por parte del Departamento del Tesoro de EEUU alejan la probabilidad de un acuerdo comercial entre ambas economía antes de las elecciones presidenciales de 2020. Pekín confirmó el martes que frenará la compra de productos agrícolas estadounidenses mientras el foco sigue siendo el yuan.
"Dudamos que esta situación sea un preludio que instigue a Trump a intervenir el dólar", estima Andrew Hunter, economista de Capital Economics. No obstante, la Fed se enfrenta a una creciente presión para brindar más apoyo a la economía por lo que un nuevo recorte de tasas en septiembre es cada vez más probable, particularmente si se mantiene el reciente endurecimiento de las condiciones financieras.
Demasiada previsión de recortes
Dicho esto, para Hunter, los mercados han ido demasiado lejos descontando recortes de más de 100 puntos básicos en los próximos 12 meses. De hecho, el presidente de la Fed de San Luis, James Bullard, funcionario con poder de voto en el Comité Federal de Mercados Abiertos y quien apoyó el reciente recorte de tasas, argumentó que la Fed no debería reaccionar a cada golpe que dé Trump en la disputa comercial con China.
Coincidiendo con estas declaraciones, los expresidentes de la Fed, Janet Yellen, Ben Bernanke, Alan Greenspan y Paul Volcker recalcaron en un editorial publicado por The Wall Street Journal que "se debe permitir que la Fed y su presidente actúen de manera independiente en el mejor interés de la economía, sin presiones políticas". Un claro aviso dirigido al inquilino de la Casa Blanca.