Dice un proverbio chino que el aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo. Y el pequeño movimiento en el objetivo de déficit para 2019 del Gobierno italiano llevándolo del 2,1 al 2,04 por ciento– no se ha dejado sentir al otro lado del globo, pero sí que ha impactado con fuerza en la banca y la deuda del país. Tras esta decisión, la Comisión Europea ha renunciado a abrir un procedimiento sancionador a Italia lo que ha provocado –junto con el nombramiento de Christine Lagarde como sucesora de Mario Draghi– una oleada de compras en la deuda transalpina que se ha trasladado al sector bancario del país, con una abultada cartera de renta fija italiana. En concreto, el interés exigido al bono italiano a 10 años ha caído en 43 puntos básicos desde el pasado viernes y la banca italiana se anota una subida del 8 por ciento en solo dos sesiones. Así, el sector logra una revalorización en lo que va de 2019 del 12 por ciento, en contraste con la cotización prácticamente plana del sector en España.Y es que desde los máximos marcados en octubre de 2018, la deuda italiana ha vivido un rally de 200 puntos básicos, hasta caer por debajo del 1,7 por ciento, dando aliento al sector y generando ganancias por precio del 19 por ciento. Según datos de Jefferies, Intesa Sanpaolo cuenta con casi 22.000 millones de euros de deuda italiana en cartera –un tercio del total– computada a valor razonable y Unicredit más de 35.000 millones de euros –más del 44 por ciento de su porfolio–. Además, en la casa de análisis recuerdan que el sector defiende que un cambio de 100 puntos básicos en el diferencial de deuda del país tiene un impacto de entre 20 y 30 puntos básicos en su ratio de capital. "Desde la perspectiva europea, en un mundo de tipos bajos por más tiempo, preferimos limitar nuestra exposición a aquellos nombres más sensibles a la subida de tipos, por lo que preferimos Italia a España", apuntan en su última nota los analistas de JP Morgan.En todo caso, la reacción vivida por el sector transalpino no esconde el mal comportamiento que había tenido en los meses anteriores. Durante los últimos 12 meses la banca italiana cae un 18 por ciento, apenas un punto porcentual de ventaja frente a la banca del Ibex 35, que retrocede un 19 por ciento.Por múltiplos sigue cotizando con descuento frente a España. En concreto, los bancos del Ibex ofrecen un descuento del 33 por ciento frente a su valor en libros, en contraste con el 43 por ciento que lucen los del Mib. Por sus multiplicadores de beneficio de 2019 el diferencial se ha estrechado, ya que el PER de los primeros se sitúa en 8,3 veces y el de los segundos en 8,2 veces.