El pasado viernes, Indra confirmaba a la CNMV la existencia de conversaciones para adquirir una participación de control en la empresa de motores y componentes aeronáuticos ITP. Esta noticia ha hecho que los inversores hayan vendido los títulos de la empresa, que han caído un 10 por ciento en dos días, ante las dudas sobre cómo podrá financiar esta operación. En concreto, el pasado viernes Indra cedía un 3,5 por ciento y en la sesión del lunes sus títulos se desplomaron un 7 por ciento adicional, tras llegar a ceder un 9,5 por ciento. "Podría haber preocupación en la financiación de un acuerdo como éste, ya que Indra tiene un balance ajustado. Un acuerdo grande como el de ITP probablemente requeriría ampliar capital", admiten desde UBS.La empresa está controlada por Rolls Royce, que compró en 2016 el 53,1 por ciento de la firma a Sener por 720 millones de euros. Esta cifra contrasta con los 1.587 millones de euros que capitaliza Indra, lo que hace intuir una digestión difícil si la empresa quiere tomar una participación de control. "Creemos que la operación, pese a que podría suponer un importante espaldarazo a la división de Transporte y Defensa de Indra, representa un desembolso muy significativo para la empresa (incluso comprando el 51 por ciento de la compañía, estaríamos hablando de un importe de 700 millones) y que por tanto podría llevarles a tener que hacer una ampliación de capital para afrontarla o bien a más que doblar la actual deuda neta de 592 millones", advierten desde Bankinter.A pesar de la corrección de las últimas dos sesiones, los títulos de la empresa suben cerca del 9 por ciento en lo que va de año y desde los mínimos de diciembre la remontada alcanza el 14 por ciento. "La parte positiva es que incrementaría el foco en la sección de Defensa, en la que Indra tiene un buen track récord, y posiblemente podría reducir la parte de tecnología, sobre la que ha dicho en el pasado que era una sección dividida y que podría estar preparada para explorar opciones estratégicas", apuntan en UBS.El encaje del negocioA falta de saberse si se cierra la operación y en qué precio, los analistas tampoco confían excesivamente en las sinergias que se puedan obtener de la operación pero sí ven positiva la exposición a este tipo de negocio."La compra supondría la entrada en el mundo de los motores, en el que actualmente no tiene presencia, por lo que no habría sinergias de costes. Eso sí, le permitiría ganar escala y relevancia a la hora de participar en programas y proyectos. Además, fortalecería su división de defensa, que es la que aporta mejores márgenes, mayor valor añadido y mejores perspectivas", apuntan en Sabadell. Cabe destacar que Ignacio Mataix, actual consejero delegado ejecutivo de Indra fue director general de ITP, por lo que conoce bien la compañía.