La inversión de la curva de tipos, el mejor vaticinador de recesiones, vuelve a ser noticia. La curva ya dio un aviso en marzo con la primera inversión desde 2007 (aunque el diferencial negativo fue muy pequeño y solo duró unos días). Sin embargo, este fenómeno tan temido por los inversores se está agudizando y los bonos a corto plazo (un mes, tres meses, seis meses y un año) ofrecen cada vez más rentabilidad respecto al bono del Tesoro a diez años.Históricamente, una vez que la rentabilidad del bono a un año supera a la del bono a 10 años se ha producido una recesión en EEUU entre nueve y veinticinco meses después. No obstante, este indicador es más fiable cuanto más profundiza esta inversión de la curva.Mientras que en marzo el diferencial a favor del bono a un año no alcanzó el punto básico, en esta ocasión el spread ronda los 7 puntos básicos. El bono del Tesoro a 10 años está ofreciendo un interés del 2,21 ciento mientras que el bono a un año paga un 2,28 por ciento. Por ejemplo, entre el bono a 3 meses y a 10 años, la prima a favor del primero es de 14 puntos básicos.Tras el fracaso de las negociaciones comerciales entre EEUU y China, la curva comenzó a aplanarse hace unas semanas, hasta el punto de invertirse una parte en los últimos días. Aunque la inversión es más evidente que en marzo, los economistas de CaixaBank explican en un documento que en las anteriores inversiones de la curva han sido relativamente persistentes, de entre 4 y 18 meses, y el diferencial entre el 10 años y 3 meses ha estado, en promedio, más de 70 puntos básicos en terreno negativo.Por ahora, el actual episodio de inversión de la curva ha sido menos profundo", explicaban estos expertos aportando algo de calma. Para que la fiabilidad de este indicador sea casi absoluta sería necesario que el spread se elevase y persistiese en el tiempo en toda la curva. Por ejemplo, el bono a dos años sigue ofreciendo una rentabilidad inferior al de 10 años, lo que evidencia que una parte de la curva aún no se ha invertido, al igual que ocurre con el bono a 30 años, cuya rentabilidad supera a todos los que se encuentran en la parte corta de la curva. Algo poco habitualEsta forma de la curva (invertida) es poco habitual y se ha producido en momentos contados a lo largo de las últimas décadas. Como apunte extra, algunos expertos aseguran que a partir de ahora será más habitual ver una curva de tipos invertida por los cambios que han experimentado los factores que componen los rendimientos de los bonos.No obstante, la inversión de la curva es una consecuencia, no la causa de la llegada de una recesión. Con EEUU creciendo en torno al 3 por ciento y el mercado laboral en pleno empleo, parece difícil pensar que su economía pueda comenzar a registrar tasas negativas.