Su rentabilidad anual se queda en el 5,6% mientras el agresivo pasa del 11,7 al 8,2%La guerra comercial se está comiendo parte de lo que ganan los inversores este año. Aunque nunca ha existido una solución en firme al conflicto, el mercado prefirió ver el vaso medio lleno en los primeros meses del ejercicio, y así lo hizo hasta la primera semana de mayo, cuando la administración de Donald Trump firmó una nueva ofensiva en forma de subida de aranceles a ciertas importaciones chinas. Desde entonces, y con la postura de ambos países cada vez más alejada –ver página 6–, las bolsas han pisado el freno y con ellas las carteras de los inversores más arriesgados (los agresivos), que hasta finales de abril acumulaban ganancias de más del 11,7 por ciento. Solo unas semanas más tarde, han menguado hasta el 8,2 por ciento (sin medir la sesión de caídas de ayer). En cambio, las de los moderados, que invierten una parte de renta fija, se mantienen estables gracias al buen comportamiento de este activo. En concreto, las carteras moderas acumulan ganancias medias del 5,6 por ciento en lo que va de año, según datos de Morningstar (es la rentabilidad que obtienen los fondos mixtos de dicha categoría, con datos hasta el 15 de mayo, último disponible). En esa cifra todavía no se refleja el impacto positivo que implica que la rentabilidad del bono español a diez años dibujase el viernes nuevos mínimos históricos, en el 0,869 por ciento (cuando cae la rentabilidad, sube el precio), pero, en cualquier caso, y a diferencia de lo que ha sucedido con las más agresivas, son similares a las que obtenían hace apenas un mes. Ayer acabó en el 0,88 por ciento. "La perspectiva de que haya un acuerdo significativo antes de finales de junio, algo que los mercados habían descontado hasta cierto punto, se ha deteriorado considerablemente en los últimos días y eso ha provocado una venta masiva de los activos de riesgo", describen en NN Investment. Justo lo contrario a lo ocurrido con la renta fija.La razón de que el actual contexto de incertidumbre haya pesado menos sobre las carteras moderadas que sobre las agresivas reside precisamente en el papel refugio que, en este entorno de mercado, está teniendo la deuda, más si cabe cuando los inversores empiezan a descontar que la Reserva Federal podría recortar los tipos de interés en su reunión de diciembre, en aras de proteger la débil salud de la economía que se ve amenazada por la guerra comercial. "Estimamos que el impacto económico del aumento de los aranceles al 25 por ciento sobre las importaciones chinas de 200.000 millones de dólares podría añadir alrededor de 0,3-0,4 puntos porcentuales a la inflación y restar una cantidad similar del crecimiento real durante el año siguiente a la implementación", dicen en Pimco. En este contexto de incertidumbre, el interés exigido a la deuda española no es el único que se ha relajado en las últimas semanas, los inversores también se han lanzado a comprar bonos soberanos de Francia, Alemania, Portugal o incluso Italia,pese a que su situación política está convulsa, -ver gráfico-. En el caso de la alemana, el rendimiento del diez años continúa en negativo, en el -0,08 por ciento. Todos en positivoGracias a las compras que se están produciendo en el mercado de renta fija, las carteras más defensivas, que invierten hasta un 65 por ciento en bonos, también aguantan en positivo este ejercicio a diferencia de lo que ocurrió en el anterior, cuando se dejaron, de media, un 4,85 por ciento. En este ejercicio, en cambio, sus carteras se revalorizan de media casi un 3 por ciento, según Morningstar.