La alemana, que pagó su dividendo anual ayer, rebotó con fuerza tras acercarse a su 'stop' de protección de beneficiosLa operativa que se abrió en febrero en Volkswagen tenía su continuidad condicionada a que no perdiera el nivel de stop profit –protección de beneficios– que se había fijado ante la incertidumbre en torno a una eventual subida de los aranceles. Este precio aseguraba la salida de la automovilística alemana con unas ganancias del 5 por ciento.Sin embargo, Donald Trump anunció ayer que no tomará una decisión sobre el impuesto a la importación de vehículos europeos hasta, al menos, dentro de seis meses –ver página 30–, lo que provocó una reacción inmediata en los títulos de las firmas del sector, entre ellas, los de Volkswagen, que pasaron de ceder más de un 1 por ciento a cotizar en positivo en apenas minutos.Y eso que, tras algunos vaivenes bursátiles, este año se había acercado a los 145,45 euros en los que elMonitor había situado el stop. Una cota que solo fue perforada si se descuenta del precio de sus acciones el dividendo pagado por la firma, que asciende a 4,8 euros.Esta retribución deja en el bolsillo de quien haya replicado la estrategia de elMonitor una rentabilidad adicional del 3 por ciento (a precios de mercado de febrero de 2019), que se suma al 3 por ciento que se revalorizan sus acciones desde que entró en la cartera en febrero de este ejercicio.La cartera de elEconomista mantiene así una operativa sobre una compañía que los próximos seis meses debería cotizar con cierta tranquilidad al alejar temporalmente la posibilidad de verse afectada por la guerra comercial.Escaramuzas comercialesA pesar de que gran parte de sus ingresos procede de Europa –cerca de un 60 por ciento según los últimos datos comunicados en sus cuentas anuales–, su diversificación geográfica, similar a la de gran parte de las compañías del ramo, la había hecho víctima de las amenazas, vía Twitter, del magnate estadounidense. Y es que Volkswagen está expuesta tanto a China como a EEUU, dos de los principales focos de tensión comercial de las últimas semanas La amenaza de que el 18 de mayo Estados Unidos fuese a imponer un arancel del 25 por ciento a la importación de vehículos para proteger su industria automovilística había sido recibida con caídas en bolsa por parte de las empresas del sector europeo. No en vano, las firmas alemanas son las más expuestas a la subida de este arancel. Y es que Daimler obtuvo cerca de un 25 por ciento de su cifra de negocio total en Estados Unidos, Volkswagen un 16 por ciento y BMW un 16 por ciento de sus ingresos. Y a ello hay que sumar que China no ha sido más que un dolor de cabeza para Volkswagen en los últimos tiempos. En el país oriental, la automovilística alemana obtiene más de un 15 por ciento de su ingresos. La propia compañía reconocía que "la menor demanda en este área geográfica está lastrando las cuentas del grupo" y favoreciendo una caída del precio de sus acciones.De hecho, el grupo Volkswagen, que comercializó un total de 487.400 vehículos en todo el mundo a lo largo del pasado mes de abril –un 6,2 por ciento menos que el año pasado– ha visto cómo estas cifras se veían resentidas por el comportamiento de la demanda de vehiculos en el gigante asiatico.