Deja Janus Henderson sin haber podido igualar los resultados que logró en PimcoBill Gross, conocido como el rey de los bonos por la rentabilidad que obtenían sus fondos de renta fija, se retira definitivamente, después de su paso por Janus Henderson los últimos cuatro años, sin haber conseguido remontar su fama como gestor obtenida en Pimco, una de las mayores firmas de gestión de activos de deuda del mundo y donde forjó su leyenda en el mundo de la inversión. Según ha comunicado la firma, Gross, de 74 años, se retira para dedicarse a gestionar su patrimonio familiar, valorado en 390 milllones de dólares y a labores filantrópicas. El sobrenombre de Bond King lo adquirió Gross a lo largo de cuarenta años en Pimco -firma que cofundó en los setenta-, gracias a los excelentes resultados obtenidos, sobre todo con el Pimco Total Return Bond Fund, casi un 8 por ciento anualizado desde 1987 hasta la salida del gestor, y que se convirtió en uno de los vehículos de inversión más grandes del mundo, con 300.000 millones de dólares bajo gestión en 2013, año en que alcanzó su mayor volumen patrimonial, según Bloomberg. Hasta tal punto llegó su fama que Pimco llegó a instalar un pequeño estudio para las conexiones en directo de televisión. Su estrategia era seguida con lupa por numerosos gestores y políticos, que veían en Gross a un gurú de los mercados de deuda. Pero todos los reinados llegan en algún momento a su final y el de Gross no ha sido una excepción. La política expansiva de los bancos centrales, que tanto ha criticado el reconocido gestor, y su efecto en el valor de los activos de deuda, terminó pasando factura a la rentabilidad del Total Return, que empezó a sentir la salida de inversores descontentos con la pérdida de rentabilidad. Además, también fueron conocidas sus desavenencias con Mohamed A. El-Erian, cuando éste era director de inversiones y CEO de Pimco, hasta que salió de la firma en 2014, poco antes que Gross. El gestor fichó entonces por Janus Capital -la gestora anterior a su fusión con Henderson-, una firma mucho más pequeña por volumen patrimonial, donde se hizo cargo del Janus Henderson Global Unconstrained Bond Fund, entre otros fondos. Pero los resultados ya nunca fueron los mismos. En 2018 perdió casi un 4 por ciento de rentabilidad y el patrimonio del fondo cayó hasta los mil millones, desde los 2.400 millones que tenía a principios de año, a pesar de que el propio Gross inyectó 700 millones de su fortuna personal. Gross siempre fue consciente de que lo único que no tenía era lo más importante para que las estrategias de inversión funcionen: tiempo. En su caso, tiempo también para demostrar que podía volver a ser el rey. Quizá si la salida de la crisis financiera hubiera tenido otra velocidad, habría podido firmar un epílogo más acorde con su legado como gestor.