La institución ve el coste medio en 2019 en el 2,5% al margen de la política monetaria"El coste medio de la deuda se mantendrá en mínimos en 2019 independientemente de la política del Banco Central Europeo (BCE)", según aseguró Carlos San Basilio, secretario general del Tesoro y Financiación Internacional, en la presentación de la estrategia para el presente año de la institución de crédito. El interés medio de las letras, bonos y obligaciones en circulación del Estado español cayó hasta el 2,39 por ciento en 2018 por primera vez en la historia -tras descender desde el 4 por ciento que superó en 2011 (máximos desde la crisis)-, nivel en torno al que el Tesoro Público considera que seguirá durante el presente ejercicio, pese a que el coste de las nuevas emisiones, que el año pasado se quedó cerca del 0,6 por ciento, "alcance el 0,8 o el 1 por ciento". San Basilio explicó que en las últimas salidas al mercado, desde que el BCE concluyó su programa de compras netas de deuda en diciembre, "no se ha notado ningún efecto por las reinversiones de los vencimientos, que hacen que la participación de la institución monetaria siga siendo significativa". Por esta razón y porque la demanda se mantiene "fuerte", según continuó el secretario general del Tesoro, la previsión es que el coste medio no se eleve. Los factores que soportan este apetito por la deuda española son diversos. Por un lado, "el entorno de desaceleración del crecimiento económico a nivel global limita las expectativas de subidas de los tipos de interés oficiales por parte del BCE", incidió San Basilio. Por otro, precisamente "esta desaceleración será menos acusada concretamente en España" respecto a las principales economías de la eurozona, "lo que tiene especial valor para los inversores", según continuó; y, por último, alegó que "el crecimiento actual no solo no genera desequilibrios sino que corrige los heredados", en referencia al desempleo y la ratio deuda/PIB, para la que la previsión es un descenso hasta el 95,4 por ciento, desde el 96,9 por ciento de 2018. Eso sí, San Basilio admite que "el año será complicado en mercado, de mucha volatilidad, por factores ya conocidos de carácter político -en referencia a las protestas de los chalecos amarillos en Francia, al acuerdo sobre el Brexit o a las tensiones entre Italia y la Unión Europea-, por la guerra comercial entre Estados Unidos y China y por la tendencia de desaceleración del crecimiento económico a nivel global, como ya se vio en la última parte del año pasado", aunque insiste en que "no influirá en las condiciones de financiación", lo que permitirá seguir "incrementando la vida media de la deuda en circulación", que en 2018 se acercó a los 7,5 años, máximo de toda la recuperación.