Dia se ha comprometido ya a desprenderse de Clarel y Max DescuentoLa banca ha exigido a Dia acometer un plan de desinversiones para refinanciar su deuda y abrir otra vez las líneas de confirming para el pago a proveedores. En este sentido, la compañía reconoció ayer en un comunicado remitido a la CNMV que "las negociaciones encaminadas hacia la refinanciación de Dia contemplan un plan de desinversiones que la sociedad viene valorando como parte de su plan estratégico, con el que potenciaría sus áreas clave de negocio". En este sentido, recuerda que "el plan de desinversiones afectaría, en particular, al negocio de cash and carry (Max Descuento) e implicaría diferentes opciones estratégicas para Clarel, incluida su venta". El problema de fondo, sin embargo, es que con la desinversión de estos activos apenas lograría 50 millones por Max Descuento y 100 millones como mucho por Clarel, lo que sería claramente insuficiente sin la ampliación de capital. Otra de las opciones que está, de hecho, sobre la mesa, es que Dia pueda verse obligada a vender también un paquete significativo de tiendas. La cadena de distribución cuenta, actualmente, con 1.561 millones de euros de deuda bruta -en neto, 1.429 millones a cierre de septiembre-, lo que implica multiplicar por más de cinco veces su capitalización bursátil -a cierre de ayer en los 288 millones de euros, tras subir un 11,88 por ciento, hasta 0,46 euros-. Emisiones de bonos Las tres emisiones de bonos corporativos emitidos por Dia en el mercado de deuda reflejaron ayer, por otro lado, muestras de relajamiento después de los niveles de estrés máximos alcanzados el pasado martes. Tras anunciarse la ampliación de capital, al papel que vence antes, en julio del próximo año, y que se le exigía hace tan solo dos días una rentabilidad en el mercado del 137,8 por ciento se le pedía al cierre de ayer un interés del 46,4 por ciento; el 35,9 por ciento que alcanzaron los otros 300 millones que tiene emitidos hasta 2021 se cayó hasta el 19,4 por ciento; y el 20,8 por ciento que se le pedía a la deuda para 2023 bajó al 13,4 por ciento. El principal problema al que se enfrenta la compañía radica sin embargo en dos créditos sindicatos por un importe de 525 millones de euros. En junio de 2017, la sociedad firmó una novación del crédito sindicado existente formalizado en julio de 2014, reduciendo el importe de 400 a 300 millones de euros y alargando el vencimiento en 5 años, hasta el junio de 2022. En marzo de ese mismo año se ejerció la segunda y última extensión del crédito firmado en abril de 2015, por un importe de 225 millones y vencimiento en abril de 2020. En el mercado se descuenta que Dia no podrá asumir el pago de la deuda y que tendrá que haber, por lo tanto, una quita, pero la empresa lo negó tajantemente el pasado martes. La compañía remitió un comunicado a la CNMV en el que aseguraba que "en ningún momento ha propuesto a sus bancos acreedores ninguna quita o cualquier otra alternativa que no sea la del pleno reconocimiento y abono de las cantidades adeudadas a ellos y al resto de acreedores financieros". Con la ampliación todo cambia.