Standard Life Aberdeen está bajo vigilancia en el radar con un precio de entrada en 2,9 librasEl mercado está reflejando la incertidumbre que Ryanair sufre por la conflictividad laboral -los trabajadores de la aerolínea han convocado distintas huelgas en toda Europa- y sus acciones han caído hasta el stop loss o nivel de protección fijado por elMonitor para la estrategia abierta sobre sus acciones el 18 de septiembre de 2017. El mercado suele mirar hacia otro lado ante los conflictos laborales que surgen en las empresas cotizadas. En la mayoría de las casos, se entiende que no afectan negativamente a la marcha de la empresa. Todo lo contrario, los ajustes de las plantillas, como se denomina eufemísticamente a los despidos masivos, son incluso celebrados en bolsa si responden a la necesidad de una compañía de ahorrar costes. Sin embargo, en las últimas semanas, Ryanair está siendo una excepción: cae casi un 10 por ciento desde los máximos de mayo y ha perdido la confianza de los analistas, que han dejado de recomendar comprar sus acciones por la incertidumbre que sufre la aerolínea de bajo coste por la amenaza de distintas huelgas durante este verano, el periodo del año en el que consigue unas mayores ganancias. Actualmente, el porcentaje de expertos, entre los que siguen su cotización, que aconseja adquirir sus títulos se encuentra por debajo del 60 por ciento. En enero, hasta un 73,1 por ciento emitía un consejo de compra sobre sus acciones. Este consenso también ha rebajado su precio objetivo. Este menor respaldo puso en cuestión la continuidad de Ryanair en elMonitor, la herramienta de inversión de elEconomista, y la caída hasta los 15,20 euros, donde estaba fijado el stop loss ha limitado las pérdidas, al ejecutarse de forma automática la orden de venta. Con el ojo en Reino Unido Para sustituir el hueco que deja la aerolínea irlandesa Ryanair, elMonitor le ha puesto el ojo a dos compañías de Reino Unido del sector financiero. Se trata por un lado de Standard Life Aberdeen, que abandonó la cartera esta semana con unas pérdidas del 25 por ciento, vuelve a la órbita de la herramienta con un precio de entrada en la zona de las 2,9 libras, un 10 por ciento por debajo de su precio actual en el entorno de las 3,2 libras. Junto a la aseguradora, la firma londinense de inversión immobiliaria St. James Place entra por primera vez al radar. Los títulos de Standard Life viven su peor año en bolsa desde 2008, cuando perdieron un 20 por ciento de su valor tras el estallido de la crisis financiera mundial. En la primera mitad de 2018, sus acciones retroceden un 27 por ciento y hace unos días pusieron fin a su periplo de siete meses en elMonitor con unas pérdidas de alrededor del 25 por ciento. A su favor, la recomendación de compra no se ha resentido. La firma británica, conserva uno de los consejos más claros del sector financiero en Europa. El 80 por ciento de los 15 analistas que la siguen otorga una recomendación favorable frente al 72 por ciento sobre 18 expertos que lo hacía en diciembre. Las caídas arrancaron en el parqué a comienzos de año y se agravaron a mediados de febrero por la decisión de Lloyd's de retirar los 109.000 millones de libras (123.000 millones de euros) del fondo Scottish Widows, que gestiona Standard Life Aberdeen. La compañía británica parece decidida a batallar por la permanencia del fondo de las viudas escocesas, aunque Lloyd's ya ha empezado el proceso para encontrar un nuevo gestor y, en otro de los envites de este tira y afloja, vendió el 3,3 por ciento del capital de Standard Life Aberdeen que quedaba en sus manos por 344 millones de libras (390 millones de euros). El tema de fondo es si Standard Life Aberdeen es o no competencia de Lloyd's en la gestión de activos financieros tras la fusión de ambas entidades en 2017. Aberdeen tenía el mandato de gestionar los activos de Scottish Widows (las viudas escocesas), propiedad de Lloyd's, desde 2013, cuando aún era una entidad independiente. Pero existía una claúsula de la que ahora nace el conflicto por la que, en caso de fusión de Aberdeen con un posible competidor para Lloyd's, se rescindiría el contrato. La entidad británica verá crecer su beneficio neto un 14,7 por ciento entre 2017 y 2020, según datos del consenso del mercado que recoge FactSet, y se prevé que alcance los 915 millones de euros en 2020. Sin embargo, avanza firme en su intención de dejar atrás su pasado en el sector de los seguros y convertirse en una firma de inversión global, como atestigua la venta reciente de su negocio asegurador al grupo Phoenix por más de 3.600 millones de euros. Asimismo, la firma se está preparando para la salida del Reino Unido de la Unión Europea y, según informa el Financial Times, trasladará sus operaciones a Luxemburgo y Dublín.