Goldman recorta su valoración un 30% y prevé presión sobre sus márgenes No corren buenos tiempos para Indra en el parqué. La compañía presidida por Fernando Abril-Martorell registró ayer su peor sesión bursátil desde noviembre de 2016, al retroceder un 5,8 por ciento. El título se deja más de un 6,5 por ciento en bolsa desde que empezó el presente ejercicio y en las últimas semanas acumula mínimo tras mínimo mientras los analistas siguen retirándole el apoyo que le daban meses atrás. El porcentaje de expertos que recomienda tomar posiciones en la compañía se ha visto reducido en apenas 12 meses de un 50 por ciento al 29 por ciento actual, que representa su nivel más bajo de los últimos cinco años. La última firma en deteriorar la recomendación que emitía sobre la compañía ha sido Goldman Sachs, que decidió ayer aconsejar a sus clientes deshacer posiciones en Indra y que rebajó en un 30 por ciento la valoración de sus acciones hasta situarla en los 9,5 euros. Ayer el título cerró la sesión muy por encima pese a la caída, en los 10,66 euros. "Creemos que la próxima fase de transformación de Indra requiere una mayor integración operativa de los activos adquiridos y la reestructuración de su negocio de servicios de tecnología de la información", aseguran desde la compañía estadounidense, "algo que probablemente acabará ejerciendo presión sobre los márgenes de la empresa y sobre sus flujos caja", añaden desde la firma. Por todo ello, desde el banco de inversión han reducido sus expectativas de crecimiento del resultado neto de explotación (ebit) entre 2016 y 2020 hasta un 8 por ciento, desde el 11 por ciento previsto previamente. La más pesimista El informe cayó como un jarro de agua fría a la acción en el parqué, ya que la valoración de Goldman Sachs es la más baja de las casas de análisis que recoge Bloomberg y supone valorar la compañía en poco más de 1.650 millones de euros, es decir, un 14 por ciento por debajo de los cerca de 2.000 millones que capitalizaba la firma tecnológica al cierre de la sesión del lunes. Pese al descenso de ayer, la compañía acabó la jornada con un valor bursátil superior a esa cifra, al quedarse en los 1.883 millones. Sin embargo, para el consenso de mercado que reúne FactSet, la compañía sí tendría potencial alcista, ya que el precio objetivo que le otorgan es de 12,58 euros por acción. Esta valoración media le permitiría un recorrido al alza del 18 por ciento. Aun con el deterioro de recomendación de algunas casas, el consejo del consenso de analistas, de momento, es mantener el título en cartera.