El mercado ve la rentabilidad del 'Bund' rozando el 1% al final del presente ejercicio La previsión del consenso de analistas que reúne Bloomberg eleva la rentabilidad del bono alemán a 10 años al 1 por ciento de cara al cierre del presente ejercicio. Un incremento de casi 50 puntos básicos del interés del Bund -la principal referencia del mercado de renta fija en la eurozona- que dejará pérdidas por precio del 5 por ciento y retumbará en el mercado de renta variable, provocando el que podría ser el susto del ejercicio. Ni la guerra comercial, ni el nuevo Gobierno italiano, ni la subida del petróleo, ni las tensiones geopolíticas… El mayor riesgo para las bolsas europeas es una escalada súbita de la rentabilidad del bono alemán hasta ese 1 por ciento en el que se prevé que estará al final de 2018. Ya ocurrió en febrero, cuando el interés alcanzó máximos de los últimos tres años -el 0,77 por ciento-, y se ha visto en Wall Street, donde cada repunte del interés de la deuda soberana ha removido los cimientos de los parqués. "Recientemente, la comidilla en los mercados financieros no ha sido ni Trump, ni Corea del Norte, ni la guerra comercial, ni siquiera los beneficios empresariales del primer trimestre, sino la subida al 3 por ciento del bono estadounidense a 10 años", recuerda Lukas Daalder, director de inversión de Robeco, quien incide en que "casi al mismo tiempo en que los intereses de la deuda pasaron este mágico umbral, las acciones norteamericanas comenzaron a bajar". Esta reacción podría reproducirse, de nuevo, en el Viejo Continente de aquí a final de ejercicio, propiciando un trasvase de capitales de la renta variable a la deuda, principalmente por la avidez entre los inversores más conservadores por encontrar atractivo en el mercado de renta fija. "La amenaza para las bolsas europeas es la velocidad a la que la interés del Bund alcance el 1 por ciento en los próximos meses", advierte Manuel Martín-Muñío, director general de Norbolsa. Un incremento vertical de la rentabilidad del papel de referencia en la eurozona podría darse si la inflación aumenta más de lo previsto, llevando al Banco Central Europeo (BCE) a acelerar el ritmo del proceso de la normalización de la política monetaria en el que está embarcado. Por el momento, el programa de compra de deuda de la institución que preside Mario Draghi tiene marcado en septiembre su punto final oficial, aunque se prolongará tanto como sea "necesario", según el mensaje en el que han insistido desde el BCE en los últimos meses. También se desconoce cuándo se comenzarán a subir los tipos de interés. El mercado espera detalles de ambas cuestiones tras la reunión sobre política monetaria que se celebrará el 14 de junio.