Alcanza el nivel más alto en siete años y causa pérdidas del 1% en las bolsasVarios de los principales actores secundarios del mercado se pusieron de acuerdo para aparecer ayer de forma más causal que casual y que tuvo como consecuencia una corrección -menor que las otras veces en las que el bono americano ha coqueteado con el 3 por ciento- en las bolsas a uno y otro lado del Atlántico. Las caídas más fuertes se vieron en Wall Street, alejando a índices como el S&P 500 un 6 por ciento de sus altos del año. El primero en aparecer fue el petróleo, que a comienzos de la sesión europea superaba la cota de los 79 dólares por barril de Brent -ver información inferior-. Este rebote causó temor porque puede accionar definitivamente la palanca de la inflación, como explican desde Unicorp: "El fuerte incremento del precio del petróleo [casi un 40 por ciento en el último año] y el respiro que parece tomarse el euro, hace que las expectativas de inflación repunten con claridad en Europa. Hasta el punto de que tanto las expectativas a 1, 5 y 10 años, se sitúan en máximos de los últimos cinco años". El temor a la llegada de la inflación se ha dejado ver, sobre todo, en el mercado norteamericano, donde los inversores se han lanzado a vender deuda soberana, llevando al bono a 10 años a superar, por tercera vez en 2018, el 3 por ciento, alcanzando máximos de 2011 en el 3,09 por ciento. Entre los factores que volvieron a romper esta cota psicológica estuvo el dato de ventas minoristas de abril, que registró una subida del 0,3 por ciento mientras la lectura de marzo se revisó al alza, hasta el 0,8 por ciento. De un tiempo a esta parte, el mercado presta atención a este dato y a los salarios medios a la hora como termómetro que permita predecir cuando el desempleo, en mínimos de casi 18 años, acabará por fomentar las presiones inflacionarias, según señalan en JP Morgan. Por su parte, desde Goldman Sachs prevén que la rentabilidad del bono a 10 años llegue al 3,25 por ciento al final de 2018. Otro 'susto' en Wall Street Los últimos actores en salir a escena fueron el oro y la renta variable, que pagaron los platos rotos de la subida del rendimiento de la renta fija, lo que resta atractivo al mercado de valores y al metal precioso, que cayó a mínimos del año perdiendo los 1.300 dólares por onza. Así, Wall Street iniciaba la sesión con caídas cercanas al punto porcentual en el caso del Dow Jones y el S&P 500 y superiores incluso en los índices tecnológicos. Estos descensos contagiaron ligeramente a los índices del Viejo Continente en los últimos compases de la jornada. No obstante, el Ibex fue el más castigado del día al dejarse casi un 0,5 por ciento. "De momento, no se han puesto en jaque las posibilidades de ver una vuelta a los máximos del año", explica Joan Cabrero, jefe de estrategia de Ecotrader. "Es normal ver una consolidación de las últimas subidas para aliviar la sobrecompra. Además, al cierre se mantuvieron en pie los soportes de corto plazo del Ibex, situados en los 10.200 puntos", concluye Cabrero.