Los inventarios caen por debajo de la media del último lustro por primera vez desde 2014El oro negro está celebrando un hito importante que se ha cuantificado esta semana: los inventarios de petróleo y de combustibles en Estados Unidos ya están por debajo de la media de los últimos 5 años, algo que no ocurría desde verano de 2014, cuando el barril Brent cotizaba en el entorno de los 110 dólares, justo antes de que empezase el desplome que llevó a su precio a tocar los 27 dólares, en enero de 2016. Desde esa fecha, impulsado, entre otras cosas, por el recorte de la producción de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus socios, el barril europeo repunta ya más del 165 por ciento, volviendo ayer a los 74 dólares por primera vez desde el año 2014. Ayer, la subida del barril llegó a ser del 1,7 por ciento, cotizando, a media jornada de Wall Street, en los 74,7 dólares. El West Texas estadounidense también marcó máximos de 2014, en su caso en los 69,5 dólares que tocó ayer. No sólo los inventarios de Estados Unidos dan señales de que la sobreoferta ya no está presente en el mercado: según publica Bloomberg, citando a fuentes cercanas a la OPEP, el cártel, del que algunos miembros se reunieron ayer en Arabia Saudí, espera que los inventarios globales sigan los pasos de los de Estados Unidos este trimestre, y que caigan en este periodo por debajo de la media de los últimos 5 años. Hoy, además, el comité encargado del cumplimiento del acuerdo de la organización y otros grandes socios, como Rusia, se reunirá y, según explica la agencia, se discutirá la posibilidad de ampliar el pacto de recorte más allá de 2018, cuando está previsto que finalice. El cártel se reúne oficialmente el próximo 22 de junio en su encuentro semestral, y entonces se conocerá la decisión que tome. La OPEP, que lleva luchando contra la caída de los precios que ha generado Estados Unidos en los últimos años gracias al auge del fracking, pretende que el recurso energético vuelva a recuperar los 100 dólares por barril próximamente, según publicó Reuters esta semana. El cártel apoyaría así a su líder, Arabia Saudí, en el proyecto de financiar parte del cambio de rumbo de su economía con la venta de una porción de Aramco, la petrolera estatal del país. Con el barril en esa cota, la salida a bolsa del 5 por ciento de la compañía podría colocarse en mejores condiciones en comparación con el pasado: el país valora la empresa en 2 billones de dólares, un tamaño que, según los cálculos de Bloomberg, es exagerado: la agencia la sitúa en el entorno de los 1,2 billones de dólares. Además de todo lo anterior, las tensiones en Oriente Medio, con Yemen sumida en una guerra civil en la que participa Arabia, sanciones a Qatar por parte de sus países vecinos y declaraciones hostiles que se lanzan habitualmente entre Arabia Saudí e Irán, no son un apoyo para los bajistas en oro negro.