Empieza a restañar el descuento del 22% frente al sector con el que cotiza BBVA rebota un 1,4 por ciento en bolsa desde el mínimo del último año, hasta el que se hundió el 26 de marzo, acosado por la incertidumbre electoral en México -40,3 por ciento de su cifra de negocio total-, por la debilidad de la lira turca -15,4 por ciento de sus ingresos- y por el ruido sobre una fusión con Bankia y sobre la sucesión de Francisco González al frente del grupo financiero. La apreciación del peso mexicano frente al euro, por el menor temor al supuesto "populismo" de Andrés Manuel López Obrador -candidato que lidera las encuestas para las elecciones presidenciales mexicanas- y el descarte -casi al 100 por cien- por parte de los protagonistas y de las firmas de inversión de un movimiento corporativo apoyan la recuperación de las acciones de BBVA. Este incipiente rebote, acompañado de una mejora de la recomendación de los expertos -ver gráfico-, visibiliza el descuento por PER (veces que el beneficio está recogido en el precio de los títulos) del 22 por ciento que presenta el banco respecto al resto del sector en España después de haberse quedado a la cola en el parqué en 2018 -cae un 10,5 por ciento-, y siendo, además, la única entidad, junto a Bankinter, a la que el consenso de mercado le ha mejorado las estimaciones de beneficio desde que empezó el ejercicio -un 7 por ciento-. También pone en valor el potencial alcista del 19 por ciento que tiene para los analistas que siguen su cotización, el mayor de la industria. Menor incertidumbre "No tengan miedo". Esta declaración a las empresas con intereses en México condensa la actitud conciliadora que López Obrador ha adoptado en el arranque de la campaña. Los comicios, que se celebrarán el 1 de julio, tienen atenazado al mercado desde hace meses, ante las crecientes opciones del líder del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) -partido de izquierdas- de conseguir la victoria. Sin embargo, López Obrador, que ya aglutina más del 40 por ciento de la intención de voto, según los sondeos que recoge Bloomberg, ha querido limar asperezas con la clase empresarial desde el primer momento y las bolsas, el peso y los bonos empiezan a descartar un Gobierno enemigo. Un indicador que lo refleja es el riesgo de impago del país que miden los CDS (derivados que permiten cubrirse del riesgo de quiebra), el cual se ha reducido un 12 por ciento desde el máximo de los últimos 10 meses, que alcanzó el 23 de marzo, antes de que comenzara la campaña electoral. López Obrador ha puesto de su parte para reducir la incertidumbre, pero las grandes manos del mercado también han arrimado el hombro. En un informe reciente, el equipo de analistas de JP Morgan destaca la experiencia del candidato como alcalde de la Ciudad de México. "Fue conservador con el gasto y, básicamente, se centró en reducir costes burocráticos y en buscar ingresos para fortalecer los servicios sociales", explica la casa de análisis norteamericana, que también incide en que el discurso actual del político de Morena es "amistoso con el mercado" y que se focaliza "en mejorar el sistema fiscal del país", para lograr una mejor distribución de los ingresos, y en "combatir la corrupción".