El 'MSCI Emerging Markets' abre una brecha de casi 4 puntos con su homólogo 'desarrollado'A falta de una sola sesión para que finalice el primer trimestre del año, los números rojos se han impuesto en la gran mayoría de las bolsas mundiales, sobre todo, en la de los países desarrollados. No obstante, hay algunos brotes verdes que mantienen las ganancias en el año, como la tecnología estadounidense o el selectivo italiano en Europa. Pero no son los únicos, el índice de valores de mercados emergentes MSCI apenas ha estado un par de sesiones en negativo en lo que va de año y, después de la fuerte corrección que sufrió la renta variable la pasada semana a consecuencia del conflicto arancelario entre Estados Unidos y China, todavía se anota más de un 2 por ciento desde el primero de enero, casi 4 puntos porcentuales más que su índice homólogo para los mercados desarrollados, que cae un 1,6 por ciento en 2018. Precisamente, el Hang Seng chino es uno de los pocos indicadores que aportan ganancias, al igual que el Ibovespa brasileño, el Merval argentino o el Moex ruso, que avanza más de un 8 por ciento en el periodo. Desde Robeco destacan "el descuento del 25 por ciento por PER [veces que el beneficio se recoge en el precio de la acción] al que cotizan los mercados emergentes mientras que se encuentran en una etapa de recuperación". No obstante, "no todos ellos son iguales", avisan desde la firma de inversión holandesa. "Las perspectivas para Asia son saludables, incluso si se incluye a China, donde esperamos que las cifras de crecimiento bajen gradualmente", concluyen. "Pese a que se ha reducido el apetito por los activos de riesgo, los mercados de esta tipología lo siguen haciendo mejor que los occidentales", valoran desde Bankia. "En principio, el impacto de los aranceles en el conjunto de economías emergentes será limitado ya que para la mayoría de los países, las exportaciones de los productos gravados representan menos del 0,2 por ciento de su PIB", añaden. Por último, otro factor que está apoyando el crecimiento de las bolsas emergentes es su divisa. "Un dólar débil permite relajar las políticas monetarias, reduciendo el servicio de la deuda e impulsando la actividad económica", explican desde Bankia.