La divisa está infravalorada respecto al dólar y en los otros 9 cruces más negociadosLas caídas que está sufriendo el euro frente al dólar en las últimas sesiones no se corresponden ni con la fortaleza demostrada por la moneda común desde que se acercó a la paridad con el billete verde hace ya más de un año ni con el recorrido al alza que la divisa revela por la paridad del poder adquisitivo (PPA), según la mide, teniendo en cuenta la inflación, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Esta teoría económica es una de las más utilizadas para explicar la evolución del tipo de cambio a largo plazo y viene a demostrar que las distintas monedas tienden a ajustarse para que un mismo bien o servicio tenga el mismo precio en cualquier país. Esto es lo que habría he-cho el euro durante los últimos meses, hasta el punto de que el pasado 15 de febrero alcanzó por segunda vez este año los 1,25 dólares -má-ximo no visto desde finales de 2014 y donde parece haber encontrado un techo temporal-, firmando un repunte de casi el 20 por ciento desde el mínimo de diciembre de 2016, cuando perdió los 1,04. Tras corregir un 0,85 por ciento en los últimos dos días, por la debilidad mostrada por la inflación de la eurozona y, sobre todo, por la confianza en el crecimiento de la economía de Estados Unidos manifestada por el nuevo presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Po-well, y su determinación a sostener un animoso ritmo de subidas de los tipos de interés oficiales -el mercado empieza a creer en más de tres este año-, el euro cuenta con un 8,5 por ciento de potencial por la paridad del poder adquisitivo. Pero hay más, según esta teoría, la divisa comunitaria no solo está infravalorada frente al dólar, sino que también debería ajustarse en los otros nueve cruces en los que más se negocia -ver gráfico-: un 6,5 por ciento frente a la libra, un 7,3 frente al dólar canadiense o hasta un 30 por ciento frente al franco suizo y la corona noruega. Varias firmas de inversión tienen en cuenta la paridad del poder adquisitivo como principal indicador para realizar sus pronósticos respecto al euro. Por ejemplo, UBS, que ve a la divisa comunitaria acercándose a las 1,3 dólares en los próximos meses, pese a que se den correcciones en el corto plazo. La casa de análisis suiza esgrime tres razones principales: "El creciente déficit fiscal y comercial de Estados Unidos, un cambio en los flujos entre la primera economía del mundo y Europa y la percepción del mercado de que el programa de estímulos del Banco Central Europeo (BCE) se está quedando sin espacio". También Credit Suisse destaca la PPA para hacer su valoración del cruce euro/dólar: "La moneda común debería fortalecerse, ya que sigue estando barata según esta teoría y la última vez que los PMIs de Europa se encontraban en los niveles actuales en relación con los Estados Unidos, cotizaba en torno a los 1,4 dólares". Por su parte, Danske Bank, aunque admite que existen riesgos bajistas puntuales, coincide en que "las entradas de capital en la eurozona, el fin de los estímulos del BCE y el superávit en la balanza por cuenta corriente frente al déficit de Estados Unidos implica que el flujo natural sigue siendo positivo para el euro".