La compañía farmacéutica encabeza las subidas en bolsa del Eco30, con un alza del 23% en el parqué desde eneroAl primer medicamento que creó Henri Beaufour, el fundador de Ipsen, le llamaron Romarène, y era un extracto a partir de raíz de romero para aliviar la acidez de estómago. Mucho ha cambiado el negocio de la segunda mayor compañía farmacéutica francesa desde entonces, pero el hecho de que una gran cantidad de los fármacos que produce estén destinados al aparato digestivo o a tratar las consecuencias para el estómago de algunos tumores refleja que la firma se mantiene fiel a sus orígenes. Ipsen es el valor destacado esta semana del Eco30, el índice de bolsa mundial elaborado por elEconomista y calculado por Stoxx. La compañía biotecnológica está entre las firmas con mejor comportamiento del Stoxx 600 en lo que va de año -ocupa la novena posición- con un avance de en torno al 22,5 por ciento, que llegó a superar el 25 por ciento durante la semana. Los resultados del pasado ejercicio avalan la subida en bolsa: sus títulos, en la zona de los 124 euros, están a menos de un 4 por ciento de distancia de los máximos históricos que la firma registró en junio de 2017. En el conjunto del año, Ipsen aumentó sus ventas un 21 por ciento con respecto al ejercicio anterior, hasta sobrepasar los 1.900 millones de euros. Ocho de cada diez euros de ingresos procedieron de medicamentos de especialidades como la uro-oncología, la endocrinología y la neurología, una división, la de especialidades, en la que fármacos como Somatuline contribuyeron a elevar la facturación un 25 por ciento y las ventas un 62 por ciento en Estados Unidos, su principal mercado. Aunque el desarrollo de este tipo de medicamentos es más caro, también es cierto que los márgenes son mayores, pese a que el riesgo de los genéricos está presente. El consenso de mercado que recoge FactSet estima que el beneficio neto para este año será de 410 millones de euros, un 50 por ciento más que en 2017, cuando la firma obtuvo 273 millones. Gracias a la reforma fiscal en Estados Unidos, señalan desde la compañía, su tasa efectiva de impuestos disminuirá entre un 2 y un 3 por ciento este año. Según las previsiones de ganancias para 2018, el PER (veces que el beneficio está incluido en el precio de la acción) es de 23,5 veces, prácticamente en línea con la media de 23,3 veces de la industria farmacéutica mundial. Ipsen es una una firma en crecimiento -adquirió Merrimack en 2017 y acaba de establecer un acuerdo estratégico con Arix Bioscience-. Para este año, el mercado espera un payout del 20,5 por ciento (el porcentaje de los beneficios que una empresa dedica al pago de dividendos) frente al 52 por ciento que se prevé en firmas consolidadas como Roche o el 74,5 por ciento de GlaxoSmithKline.