Duplicará en 2018 las ganancias con las que cierra el ejercicio de 2017, alcanzando los 81 millones de eurosSi se sube al metro de Washington o de São Paulo, es muy probable que el tren sobre el que se desplaza lleve el distintivo de CAF. La compañía guipuzcoana Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles obtiene el 85 por ciento de sus ingresos del extranjero y es la única cotizada española en la que los propios empleados controlan la mayor parte de las acciones. En total, los títulos que atesora la plantilla por medio de la sociedad instrumental Cartera Social representaban un 25,6 por ciento en octubre, un 4 por ciento inferior a la cifra de 2012. Sin embargo, el control que ejercen los trabajadores de CAF en la compañía no impediría operaciones corporativas. "Lo que no tenemos que hacer es que eso [la implicación de la plantilla en la empresa y su fuerte arraigo social al territorio] se convierta en un problema", advertía Andrés Arizkorreta, presidente de la compañía, a principios de octubre. Casi tres meses después, y ante la posibilidad de operaciones futuras, el Gobierno vasco entra en el capital de la compañía con la compra del 1,24 por ciento de las acciones. Se trata de una entrada de arraigo, la primera vez que el ejecutivo se incorpora al accionariado de una firma cotizada. CAF se incorporó a finales de diciembre a la estrategia del Top 10 por fundamentales por su impecable recomendación de compra entre los valores que cotizan en el mercado español. Y por este consejo también destaca entre los integrantes del sector al que pertenece, adelantando a sus comparables Talgo, Alstom y Bombardier, a los que el consenso de mercado que recoge FactSet otorga una recomendación de mantener. En pleno crecimiento En los últimos días de diciembre, la compañía vasca anunció la firma de un contrato por más de 100 millones de euros para suministrar 18 tranvías a la empresa india Larsen & Toubro, que acabarán recorriendo las calles de la República de Mauricio, en el océano Índico. Con esta nueva operación, CAF aumenta su cartera de pedidos, que ya supera los 6.200 millones de euros. Los analistas estiman que la compañía duplicará su beneficio neto en 2018 con respecto al ejercicio anterior, alcanzando los 81 millones de euros, y también duplicará las ganancias a medio plazo si se observa el trienio 2017-2020. Para entonces, el mercado pronostica que el beneficio se aproximará a los 100 millones, que aunque aún lejos de los 130 millones de 2011 sí refleja el avance a pasos agigantados de una empresa en pleno crecimiento. Según la previsión de beneficios para este año, el PER (veces que el beneficio está incluido en el precio de la acción) es de 14,2 veces, ligeramente inferior a la media de 19,3 veces del conjunto del sector. En esta misma línea, el beneficio de explotación (ebitda) se incrementará un 8 por ciento entre 2018 y 2020, y se mantendrá por encima de los 200 millones, al tiempo que la relación entre la deuda y el beneficio bruto se sitúa en las 1,6 veces en 2018 frente a las 1,2 veces de media del sector. Asimismo, otro de los atractivos de la compañía de ferrocarriles es su rentabilidad por dividendo, que superará el 2,5 por ciento en tres años mientras el promedio sectorial quedará por debajo del 2 por ciento. "El caso de CAF es espectacular", sostiene César Sánchez-Grande, director de análisis de Ahorro Corporación. "Donde se van a concentrar el 50 por ciento de las inversiones de ferroviarias, allí CAF tiene colocado el 90 por ciento de su cartera", añade.