El patrón de Luxottica, Leonardo del Vecchio, empezó el año aceptando la oferta del fabricante francés de lentes Essilor para fusionar ambas compañías y crear un gigante global de la óptica, por el que la empresa gala recibiría todas las acciones que la familia Del Vecchio posee en Luxottica (su participación es del 62 por ciento) y, a cambio, los propietarios de la firma italiana pasarían a controlar entre un 31 por ciento y un 38 por ciento del grupo resultante, al que denominarán EssilorLuxottica. Si los organismos de competencia aprueban al fin la fusión, el nuevo grupo sumaría un total de 140.000 empleados y tendría una presencia en más de 150 países, así como unos ingresos multimillonarios que sólo en 2016 alcanzaron los 16.000 millones de euros contando la facturación de cada empresa por separado. Sin embargo, lo más significativo de todo es que el diseño italiano (de las gafas) continuará dominando el mundo. Sin embargo, casi un año después la operación, que moverá más de 24.600 millones de euros, está todavía pendiente de aprobación por los organismos de competencia de varios países, entre ellos Estados Unidos, China, Brasil y la Unión Europea, que junto a Canadá son las cinco jurisdicciones donde la fusión debe ser ratificada para seguir adelante con la transacción. Por el momento, Canadá ya ha dado el visto bueno, como también Australia, Rusia y Japón, por lo que sólo quedarían cuatro exámenes para obtener finalmente la licencia.