Los dos bancos catalanes protagonizan las dos posturas antagónicas del proceso independentista. Solo desde la votación del referéndum el 1 de octubre, las estimaciones del consenso de mercado han mejorado un 4,5 por ciento el beneficio previsto para CaixaBank en 2017, cuando ganará 1.700 millones de euros, frente a los 1.627 millones que se esperaban en septiembre. La entidad que preside Jordi Gual presentó el martes un beneficio neto a cierre del tercer trimestre del año de 1.488 millones de euros, un 53,4 por ciento más que el mismo periodo de 2016, gracias a la integración de BPI. Mejoran también la previsión hasta 2019 -en promedio, un 2,6 por ciento anual- cuando batirá los 2.600 millones de ganancias. La otra cara de la moneda es la del Banco Sabadell. En su caso, la entidad que preside Josep Oliu sufre el mayor recorte de previsiones de la veintena de firmas catalanas cotizadas. Los expertos han rebajado un 3,7 por ciento el beneficio que esperan para el banco durante el mes de octubre. En su opinión, cerrará este año con unas ganancias de 810 millones de euros, 31 millones por debajo de la previsión de septiembre, aunque mantienen estable sus estimaciones para los dos próximos años, superando los 1.000 millones de euros de beneficio en 2019. Las cuentas de Sabadell, por su parte, llegarán mañana. El consenso que recoge Bloomberg espera un beneficio neto de 648,4 millones a cierre del tercer trimestre del ejercicio. A pesar de la evolución de las estimaciones, el castigo que sufren en bolsa ambas entidades desde el 1-O es muy similar. CaixaBank cae un 8,5 por ciento, frente al 8,4 por ciento de Sabadell. No obstante, sí es cierto que la preferencia relativa por CaixaBank se hace notar en su recomendación, que ha mejorado la de Sabadell en el último mes; ambas bajo el consejo de mantener.