A la gestora alemana Flossbach von Storch se la ha bautizado como la Bestinver alemana. Su oficina en en España cumple ahora su primer año de los muchos más que espera estar en nuestro país. Su reponsable de ventas en Europa nos cuenta sus planes a corto y largo plazo. ¿Son realistas los inversores españoles con respecto a sus expectativas de rentabilidad? No creo que la gente esté pidiendo un 5 por ciento sin nada de volatilidad, sino que tienen expectativas realistas. Por lo que nosotros vemos, diría que los inversores sí saben lo que están comprando, que lo entienden. ¿Y qué están comprando ahora? Cualquier cosa que tenga un carácter defensivo. A medida que se avanza desde Alemania al sur, más defensivos son los inversores. Es algo comprensible, teniendo en cuenta que muchos de esos inversores han visto rentabilidades en los bonos al 7 por ciento y, en ese contexto, por qué iban a haber comprado acciones y daban mucha importancia al cupón. El problema es que ya no se encuentran esos cupones y tienes que dar un paso más incluyendo algo de renta variable en las carteras. En España se vuelve a invertir en 'ladrillo'. ¿Es el enemigo a batir? La realidad es que nosotros competimos siempre con otros activos y el activo más de moda en Europa es el mercado inmobiliario. Los precios están subiendo en un contexto de tipos bajos y no hay nada de malo en comprar viviendas siempre que lo hagas para tu propio consumo, ya que la mejor inversión que uno puede tener es su propia vienda. Si lo compras como inversión, tienes que hacer muchos números para ver si realmente vale la pena. ¿Qué tiene España para ser tan estratégica para la gestora? Una es que ha sido históricamente un mercado de depósitos y ahora hay necesidad de encontrar alternativas a estos productos como los fondos. Y la segunda es que aunque es un mercado muy bancarizado, se ha visto que muchos están cambiado su modelo de arquitectura guiada por otro de arquitectura abierta para poder competir entre sí, no en todos los aspectos, ya que igual esa arquitectura abierta no ha llegado al cliente retail. Aun así, creo que el paso lógico del mercado español es, ahora que han cambiado depósitos por fondos, que empiecen a ver los periódicos y pidan a sus bancos fondos extranjeros. Es algo que hemos visto en muchos mercados. Es verdad que los bancos siempre ganarán más con sus propios productos, pero al final también tienen que preocuparse por tener al cliente contento. ¿Qué tipo de soluciones ofrecen ahora a los inversores españoles? Estamos ofreciendo nuestro ADN, con productos diversificados por riesgo (defensive, balance y growth) y también hemos registrado recientemente el fondo Bond Opportunities y vendrán algunos más. ¿Se marcan algún objetivo? Aunque no nos marcamos un objetivo concreto, creemos que podremos llegar a los 1.000 millones de euros en un tiempo prudente. No nos importa si es en 2, 3 o 4 años y, en el caso de España, creo que hay más oportunidades, ya que Javier Ruiz Villabrille y su equipo están haciendo un muy buen trabajo. ¿Cómo se han preparado para la guerra contra la gestión pasiva? Los fondos que dicen ser activos y no lo son, deberían desaparecer del mercado. Dicho esto, no creo en la gestión pasiva por el solo hecho de que decidir invertir en un ETF implica una decisión muy activa. A la hora de invertir hay que analizar varias variables porque la inversión no siempre está basada en la rentabilidad, sino que también es importante estar convencido de que quien toma la decisión de inversión por ti lo hace por convicción.