Las firmas que revisan su precio objetivo lo sitúan, de media, en 10,9 euros, frente a los 16,8 previosEn apenas dos días su previsión de caja para 2019 ha pasado de 500 a 350 millones de eurosComo una infección que por ahora no se puede controlar, así es el perfil actual de Almirall en bolsa. Si abrió la semana cayendo más de un 24 por ciento tras anunciar un profit warning (recorte en las estimaciones), por un fraude en las farmacias de EEUU, contra las que ha emprendido acciones legales, y la competencia de un medicamento genérico, ayer los inversores siguieron vendiendo títulos, lo que provocó un descenso de más del 9 por ciento. Unos números que no sólo implican un desplome del 32 por ciento en apenas dos sesiones, sino que han llevado el precio de la acción a niveles no vistos desde el año 2013. A esta respuesta del mercado hay que sumar la confirmación de que no es un movimiento especulativo tras los recortes que ha sufrido la valoración del grupo por parte de los bancos de inversión. De media, las casas de análisis que han revisado su veredicto sobre Almirall han rebajado en un 35 por ciento el precio objetivo que le otorgan, por no hablar de los cambios de recomendación. De hecho, desde el pasado mes de abril la empresa no recibía ningún consejo de venta. Una panorámica que ha cambiado, ya que ahora es un 17 por ciento el que recomienda deshacerse de sus acciones, el nivel más alto en más de un año. A este respecto, entre el lunes y ayer hasta siete bancos de inversión han metido el dedo en la llaga y han realizado valoraciones a la baja. Es el caso de Exane BNP Paribas, que ha reducido su precio objetivo en un 41,7 por ciento, hasta los 10,5 euros al mismo tiempo que ha pasado su recomendación a mantener desde sobreponderar. Uno de los reproches de la firma de inversión es que Almirall ha dejado algunas dudas sin resolver. Por ejemplo, que aún no conocen "el coste exacto del PAP" (Programa de Asistencia al Paciente estadounidense) o por qué "no se identificó el problema antes". Precisamente, este es uno de los problemas que más ha castigado el mercado, la falta de comunicación de la compañía. Asimismo, los expertos de Exane BNP Paribas indican que hay incertidumbres sobre las medidas que se han tomado para resolver el problema. Varios son los obstáculos que tiene por delante Almirall, si bien el foco de todos es Estados Unidos. Uno de ellos, es el que implica al llamado Programa de Asistencia al Paciente, por el que las propias farmacias costean buena parte del precio del medicamento a aquellas personas que acreditan falta de recursos y que, en el caso de la compañía española, se habría detectado "un nivel significativo en la adjudicación inadecuada de tarjetas", según afirmó la propia Almirall. A esto se une la aparición de un producto genérico que compite con Acticlate, su fármaco para el tratamiento del acné, y que es un 10 por ciento más barato. Por todo ello, la compañía ha rebajado un 30 por ciento su estimación de ebitda (beneficio bruto) para 2017 y que se sitúa ahora entre los 140 y los 170 millones de euros. Una rebaja inferior a la realizada por Exane BNP Paribas, que ha bajado su expectativa de ebitda y beneficio neto en un 35 por ciento. Otra de las firmas de inversión que ha revisado su opinión sobre Almirall ha sido Credit Suisse. En su caso, el precio objetivo se ha sometido a un tijeretazo del 37,5 por ciento, mientras que su recomendación ha caído a infraponderar desde mantener. Para la firma suiza, "los inversores ya no darán a Almirall el beneficio de la duda en la ejecución de su estrategia". Además, "no confiamos en que su transformación en una empresa de dermatología fuerte sea exitosa", añaden. En 2014, Almirall vendió a la británica AztraZeneca su división respiratoria por más de 1.500 millones de euros para centrarse en el área dermatológica. En este contexto, Credit Suisse ha recortado su previsión de beneficio por acción (BPA) entre un 35 y un 75 por ciento hasta 2021. Por otro lado, BPI y Kepler Cheuvreux fueron las otras dos casas de análisis que ayer disminuyeron el precio justo que le dan a las acciones de la farmacéutica. En el caso de la primera la bajada fue del 34 por ciento y en el de la segunda de casi un 23 por ciento. Falta de visibilidad Si la falta de comunicación ha sido una de las críticas, la falta de visibilidad a corto plazo es otra de las principales. Tal y como señala el equipo de análisis de Bankinter, "a corto/medio plazo, la visibilidad sobre la compañía es reducida por lo que bajamos la recomendación a vender desde neutral". Por su parte, desde Banco Sabadell creen que el profit warning es "muy negativo", ya que la diferencia entre la estimación anterior y la actual es significativa. Tanto es así, que antes de comunicar esta caída en sus expectativas, Almirall esperaba crecer en 2017.