El equipo de estrategas de Morgan Stanley, liderado por Mike Willson, encarna en estos momentos el mayor espíritu bajista entre las principales mesas de inversión de Wall Street. En un informe distribuido esta semana entre sus clientes señalan cómo en los últimos meses han comenzado a adoptar una visión menos optimista de los mercados que la mayoría del consenso. Al fin y al cabo, justifican, su narrativa posiciona al mercado americano en una "transición de mitad de ciclo".Según explican, durante estos periodos, es habitual que el mercado se aleje de los ganadores de la primera parte del ciclo y se decante de nuevo por valores de mayor capitalización y calidad. "Esta rotación está ya bien establecida y en marcha", confirman.Desde su punto de vista, también suele producirse un proceso de "desvalorización", véase una venta agresiva, del mercado en general de aproximadamente un 20%. Para Wilson y su equipo, hasta el momento, este proceso de reducción de valor solo acumula un 5%, es decir, solo una cuarta parte, por lo que la oleada restante de ventas debería completarse antes de que finalice el año. Esto significaría un PER (multiplicador de beneficios) futuro de unas 18 veces, frente a las 21,3 actuales.En este sentido, desde Morgan Stanley apuntan que mientras que el S&P 500 ha subido e incluso superado su objetivo para finales de año gracias a unas revisiones de beneficios muy positivas, muchos sectores y valores han corregido más de un 20%. "De hecho, se podría decir que hemos experimentado una corrección rodante, incluso cuando el índice ha mantenido una fuerte tendencia alcista", aclaran.Además, si diseccionamos más profundamente, los mercados financieros han adoptado una postura mucho más defensiva que está muy en línea con la narrativa de transición de mitad de ciclo que apoyan los estrategas del banco estadounidense. Esta actitud defensiva ha sido más visible en el mercado de los bonos del Tesoro, donde los rendimientos a 10 años se han desplomado junto con la curva de rendimientos."La mayoría ha achacado el posicionamiento extremo y la cobertura de posiciones cortas a la modesta actitud agresiva de la Reserva Federal tras su reunión de junio. Sin embargo, queremos señalar que los tipos y la curva de rendimientos alcanzaron su punto máximo en marzo, mucho antes de que la Fed diera un giro en junio", recalcan Wilson y su equipo.Es por ello que han adoptado una postura distinta a la del consenso, citando la posibilidad de una ralentización en la segunda mitad del año. "Creemos que el reciente descenso de los tipos, las materias primas y los valores cíclicos orientados al crecimiento económico es indicativo de un mercado que se está preocupando por la sostenibilidad del ritmo de la recuperación", añaden.