Desde que el euro tocó los 1,25 dólares a principios de 2018, su cotización frente al dólar no ha parado de caer, marcando nuevos mínimos no vistos desde 2017 de forma periódica. El último mínimo lo estableció ayer, por debajo de los 1,08 dólares, algo que no ocurría desde mayo de 2017. En lo que va de año la divisa europea ha perdido un 3,6% frente al dólar, castigada por el miedo al impacto económico del coronavirus, al que también está expuesta la economía americana pero que, sin embargo, cuenta con el atractivo del dólar como refugio como una de las ventajas que pueden apoyar a la divisa estadounidense. En el más corto plazo, sin embargo, la caída del euro y la fortaleza de la que está haciendo gala el dólar estadounidense pueden tener una explicación más inmediata. Por el lado europeo, ayer se conoció que los registros de nuevos coches durante el mes de enero cayeron un 7,5%, tras el incremento del 21,7% que experimentaron el mes anterior. Además, la encuesta ZEW de expectativas económicas dio un resultado de 8,7 puntos, por debajo de los 26,7 que alcanzó en el mes anterior, y de los 21,5 puntos que esperaba el consenso de mercado. Así, mientras en Europa las últimas perspectivas no son nada halagüeñas, en Estados Unidos la situación ha sido más bien la contraria. La encuesta Empire State sobre las condiciones empresariales del sector manufacturero (un sondeo a 200 ejecutivos del estado de Nueva York) dio un resultado de 12,9 puntos, frente a los 5 puntos que se preveía, y a los 4,8 que había dado durante el mes anterior. Así, la sorpresa positiva en Estados Unidos, unida a la negativa en Europa, parece haber pasado factura a la divisa europea. Desde Monex Europe destacan los malos datos económicos como el detonante de las últimas caídas, pero ponen en perspectiva estos indicadores: "Si bien la debilidad del euro se está guiando en parte por el deterioro de las condiciones económicas de la zona euro, la fuerte caída en las ventas de automóviles también puede ser resultado de una reversión, después de un fuerte aumento de la demanda en diciembre, por la imposición de nuevos impuestos a vehículos nuevos en algunos países europeos desde el inicio de 2020", señalan. También señalan cómo, "teniendo en cuenta el pesimismo en torno a la economía europea, incluso un dato de crecimiento mayor de lo previsto puede no ser suficiente para impulsar a la divisa europea al alza. El dato de PMI del viernes será clave para el futuro del sentimiento en la eurozona".