La encuesta a gestores de Bank of America que se ha llevado a cabo durante el mes de febrero recoge por primera vez desde el estallido de la crisis del coronavirus la percepción de estos inversores del peligro que supone la enfermedad para sus carteras. Para ellos, tanto las elecciones que tendrán lugar este año en Estados Unidos, como la burbuja que creen que se ha formado en el mercado de deuda, son dos factores de riesgo más preocupantes que el virus.Sin embargo, el impacto del coronavirus, aunque no genere tanta preocupación para sus inversiones como las elecciones y la renta fija, sí se hará notar en la economía, en opinión de estos inversores: las expectativas de crecimiento global se han recortado en la encuesta por primera vez desde octubre del pasado año, momento en el que las perspectivas empezaron a mejorar por el acercamiento de posturas entre EEUU y China y la posibilidad de un acuerdo comercial.Es en el gigante asiático donde creen que el frenazo en el crecimiento será más evidente, con los gestores pasando de estimar mayoritariamente, en la encuesta que realizaron en enero, crecimiento para el país asiático, a descartarlo con mucha convicción.La rotación de activos que han hecho los gestores durante el mes de febrero refleja "una temática deflacionista", según BoFA, destacando una combinación de "macro tibia, el coronavirus y la caída del petróleo compensada con el consenso de que habrá QE para siempre", como las causas que han llevado a los gestores a caer en "una capitulación total hacia los activos que se benefician de la deflación". En este sentido, cabe destacar que los gestores no tenían tantas expectativas de que las empresas de crecimiento lo harán mejor que las de valor en los próximos meses desde julio de 2008, poco antes de la crisis financiera. Además, en febrero los gestores han rotado sus carteras hacia la renta variable estadounidense, el sector de la tecnología, la renta fija y la renta variable emergente, a cambio de reducir sus posiciones de liquidez, al sector bancario y también al de la energía.En máximos de 2017La divisa estadounidense cotiza en máximos del año 2017, según el índice dólar de Bloomberg, que pondera los principales cruces del billete verde. Las subidas han ido demasiado lejos, en opinión de los gestores, quienes consideran ahora que el dólar está fuertemente sobrevalorado: el porcentaje neto de gestores que así lo cree es el 54%, el segundo más alto desde el año 2002, sólo superado por la lectura que los inversores hicieron a principios del año pasado. Teniendo en cuenta la sobrevaloración que ven los gestores en el dólar, no es de extrañar que incluyan las posiciones largas en la divisa americana como una de las operaciones en las que hay un atasco de inversores, con demasiado dinero invertido en esta estrategia. En este sentido los gestores consideran como la operación más atestada las posiciones largas en las tecnológicas estadounidenses, las compras de bonos, también estadounidenses, en segundo lugar; en tercero las compras de deuda corporativa con grado de inversión; y en cuarto lugar, antes de los largos en dólar que ya se han mencionado, la acumulación de posiciones cortas en volatilidad.