En el caso de las agresivas, el 'premio' crece al 15,6% en 2019Aunque el rally que ha vivido el mercado en 2019 ha sido uno de los menos queridos por los inversores, lo cierto es que, a diferencia del año pasado en el que asumieron pérdidas de entre el 5 y 11 por ciento, todos ellos suman rentabilidades positivas desde enero. Y son extraordinarias. Este año, aun con una cartera conservadora que limita el peso de la renta variable hasta el 65 por ciento, se gana cerca de un 10,4 por ciento (es la rentabilidad media que obtienen los fondos mixtos de esta categoría, según Morningstar). Es más, incluso, de lo que consiguen los mixtos flexibles, que por folleto tienen la capacidad de adaptar su exposición a bolsa o renta fija al contexto de mercado con el fin de maximizar sus ganancias. Logran un 9,7 por ciento, 0,7 puntos menos.La foto que dejan las carteras moderadas ha sido posible por el buen comportamiento de uno de los elementos que la forman: la renta fija. Contra todo pronóstico, el precio de la mayoría de bonos subió hasta septiembre ante el cambio de rumbo que tomaron las políticas de los bancos centrales, que decidieron posponer la normalización de las mismas para auxiliar a la economía en su proceso de desaceleración. Desde septiembre, no obstante, las compras de deuda se han cambiado por ventas, con las consecuentes pérdidas que eso implica para el inversor.Si los perfiles más reacios a asumir riesgo han logrado esas rentabilidades, aquellos a los que no les importa construir su cartera mayormente con renta variable deberían haber atrapado rentabilidades de más del 15 por ciento este año para estar en línea con lo que han alcanzado los fondos mixtos más agresivos, gracias a las subidas de doble dígito que experimentan este año muchos parqués. Mientras que los rendimientos que cosechan los inversores más conservadores, que topan el máximo de bolsa en sus porfolios al 35 por ciento, roza el 5 por ciento este año.