La compañía texana destaca por potencial, una recomendación impecable y beneficios La estadounidense Parsley Energy recibe la segunda recomendación de comprar más clara de las treinta que integran el fondo asesorado por elEconomista, Tressis Cartera Eco30 –solo por detrás de En-gie–, así como también la segunda mejor del sector de los pro- ductores y exploradores de petróleo, entre aquellas firmas con un tamaño en bolsa superior a los 4.000 millones de euros. Además de eso, sus acciones cuentan con el segundo mayor potencial alcista del fondo, en concreto, un 42 por ciento para los próximos doce meses; y por si eso fuera poco se prevé que su beneficio neto se duplique entre 2018 y 2021, convirtiéndose en el quinto mayor crecimiento de todos los valores que integran el fondo.Sin embargo, la extracción de crudo tiene sus riesgos, sobre todo para la población que habita la Cuenca Pérmica, la región entre Texas y Nuevo México en la que se concentra la producción de petróleo de esquisto (shale) por medio de la fracturación hidráulica (fracking)."El Estado no ha instalado suficientes medidores de la calidad del aire en la región para determinar si el aire es seguro", según un estudio del grupo Environmental Integrity Project recogido por Bloomberg."La mayoría de la contaminación parece ser la consecuencia del flaring, un proceso común en el cuál los perforadores de gas y petróleo queman gas natural utilizable que han extraído pero que no tienen la capacidad de almacenar", explica el periodista Christopher Collins, del diario Texas Observer. "Entre los químicos liberados en el flaring está el dióxido de azufre, uno de los seis principales contaminantes del aire regulados por la Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés), cuenta Collins, y el dióxido de azufre, al mezclarse con otros componentes de la atmósfera, puede contribuir a problemas de salud", recoge la EPA en uno de sus informes.Duplicará el beneficioEl beneficio operativo (ebitda) de Parsley se duplicará entre 2018 y 2021, año este último en que superará los 2.000 millones de euros, según el consenso de mercado que recoge FactSet. Para 2019, se prevé que el beneficio sea de 1.284 millones, un 25 por ciento más que el año anterior."Es probable que los productores de petróleo estadounidense no se enfrenten a nuevas regulaciones costosas por parte de la Aministración del presidente Donald Trump en 2020", sostiene el analista de Bloomberg James Blatchford. Pero ve más probable que se creen nuevas oportunidades para la industria, como un nuevo plan federal para aumentar el acceso de la industria a recursos de petróleo y gas natural en alta mar y la apertura de la Reserva Natural Nacional del Ártico en Alaska al desarrollo energético.