La última vez que Telefónica había lucido un consejo de compra por parte del consenso de mercado, en marzo de 2011, las acciones de la teleco cotizaban por encima de los 16 euros, es decir, un 137 por ciento por encima a como lo hacen hoy, en 6,76 euros. La compañía, presidida entonces por César Alierta, no había hecho más que iniciar su infernal descenso bursátil desde los máximos históricos que alcanzara en 2007 –en los 22,24 euros– y la recomendación de los analistas se fue deteriorando hasta ser una venta un año después. No fue hasta 2014 cuando el mercado decidió poner en formol la recomendación sobre sus títulos, con un mantener, que ha perdurado hasta ahora, cuando los expertos vuelven a aconsejar tomar posiciones sobre el valor ocho años después, según un algoritmo elaborado por FactSet para elEconomista. Y no es la única prueba de esta renovada confianza sobre el título, que ha coincidido con el regreso, un trimestre después, al índice de ideas de calidad que elabora elEconomista, con la colaboración de 50 casas de análisis. Esta apuesta en las perspectivas de la compañía y la mejora de su valoración, con la que Telefónica se sitúa junto con Repsol como las únicos recomendaciones de compra entre los blue chips del Ibex 35, ha coincidido con la presentación al mercado de su nueva hoja de ruta. El plan ha sido bien recibido por los inversores, ya que desde entonces sus títulos aventajan en casi 4 puntos porcentuales al sector, si bien han perdido las subidas que registraron inicialmente. "En términos generales consideramos que la nueva estrategia supone un apoyo. Telefónica es claramente consciente de un entorno operativo duro para el sector en general (cita la alta competencia y unas necesidades de capital cada vez más exigentes en un mercado maduro) y vemos su aproximación proactiva a la rentabilidad sobre el capital empleado como un apoyo", reflexionan en Goldman.Así, de los 19 bancos de inversión recogidos por Bloomberg que han revisado su valoración desde que Álvarez-Pallete anunció el plan el pasado 27 de noviembre, 11 firmas han emitido o reiterado una recomendación de adquirir sus títulos y mantenido o elevado su precio objetivo entre los 6,8 y 9,5 euros, un potencial entre un 1,5 por ciento en el caso de Exane BNP Paribas y un 43 por ciento en el de Fidentiis.Para Juan Peña, de GVC Gaesco Valores, el plan estratégico parece "perfecto cualitativamente pero cuantitativamente falta concreción y aún no se ha visto nada tangible en sus números". En su opinión, "hasta que no se empiece a ejecutar la estrategia no se verá de verdad un impacto en la valoración". Los dos grandes temas que han captado la atención de los analistas son la decisión de realizar un spin off operativo de todo el negocio en Latinoamérica salvo Brasil y el hecho de que la nueva hoja de ruta puede generar 2.000 millones más en ventas en 2022 y una mejora del margen del flujo de caja operativo de 2 puntos porcentuales. "Tomando el consenso recogido por la propia Telefónica, que espera un cash flow operativo de 9.700 millones, la mejora en los márgenes implica una mejora en esta métrica de casi 1.000 millones en 2022", apuntan en el banco norteamericano. Eso sí, hay quien advierte de que todavía no hay motivos para incluir estas cifras en sus modelos: "No tenemos suficiente visibilidad para poner en nuestras previsiones los objetivos de Telefónica en cuanto a mayor facturación y una expansión de márgenes", explican en UBS.En todo caso, lo que ha despertado más atención entre los analistas es la posibilidad de que pueda colocar los activos en Hispanoamérica, lo que le daría la oportunidad de solventar la gran preocupación de los inversores en Telefónica durante los últimos años, su elevado endeudamiento. Según los cálculos de Barclays, el apalancamiento de la empresa en 2021 sin colocar ningún activo se situaría en las 2,6 veces. Tomando los múltiplos de los últimos acuerdos en la región, en el banco inglés creen que la operación se podría cerrar en unos múltiplos Ev/ebitda (capitalización más deuda entre beneficio bruto) entre las 5,5 veces y las 6,5 veces. Suponiendo que se vendiese a 6 veces, el precio de colocación podría situarse en los 15.000 millones de euros. Así, la teleco daría un buen tajo a su deuda –que caería hasta los 26.500 millones de euros– y reduciría sus ganancias brutas al entorno de los 13.500 millones.En todo caso, la clave del impacto de la operación estará en el multiplicador al que logre colocar estos activos, toda vez que el rango Ev/ ebitda de las últimas operaciones en la región ha oscilado entre 4,4 veces y 12,3 veces. "La venta de toda la unidad en Latinoamérica, asumiendo que la cierre en un abanico entre las 5 y las 9 veces, aceleraría el proceso de desapalancamiento entre las 0,1 y 1 vez", calculan, por su parte, en UBS.