Los analistas estiman unas ganancias de 275 millones para 2020, tras el 'profit warning' que presentó en octubreGestamp pecó meses después de su salida a bolsa de ser excesivamente honesto con los inversores, al anunciar un primer profit warning que luego se vio que no fue tal. El 31 de octubre reconoció un segundo recorte en sus estimaciones desde su OPV en 2017, aunque esta vez el contexto es muy diferente. "El deterioro de las condiciones de mercado en Europa y la falta de una recuperación en China han conducido a la rebaja de sus objetivos. Es algo que va en la línea con otros fabricantes, pero todavía Gestamp parece, de algún modo, inmune a la volatilidad, gracias a sus proyectos de ramp-up [en la jerga, planes de aceleración]", dicen en Deutsche Bank. Y ese marco en el que se mueve, de desaceleración, hace que los analistas hayan recortado de manera notable las previsiones para el sector automovilístico, aunque el tijeretazo en los últimos meses se ha centrado en Gestamp tras el profit. El fabricante, presidido por Francisco Riberas, sufre el mayor recorte en las estimaciones de su beneficio neto de cara al próximo año de entre la decena de comparables europeos desde el pasado 1 de octubre. Los analistas han rebajado un 14 por ciento su previsión de beneficio, de 320 a 275 millones de euros; frente al 5 por ciento que cae para la media del sector. Desde enero, la rebaja de las previsiones es del 23 por ciento para las ganancias de 2020, la tercera más abultada, por detrás de Valeo y Schaeffler. De cara a 2021, se estiman ganancias de 321 millones de euros. Para 2019, año al que afecta el profit y a casi un mes de que acabe, la rebaja es, en menos de dos meses, del 13 por ciento, hasta un beneficio previsto de 240 millones, que, de cumplirse, se situaría un 7 por ciento por debajo que el de 2018 –en 258 millones de euros–. El contexto no acompañaGestamp es la enésima compañía del sector de la automoción en anunciar que no cumplirá con sus objetivos este año. Ya lo hicieron comparables como Valeo o Continental a comienzos de año, la germana Schaeffer lo hizo en julio, y en octubre llegó también el de la francesa Plastic Omnium, días antes de que lo hiciera Renault. Comportándose acorde a la cadena de montaje que forman, los profits de las grandes automovilísticas –como Daimler o PSA– han hecho caer a quienes les suministran a distintos niveles. Bankinter, muy negativo con el sector, insiste en que "persisten importantes retos como el proteccionismo, la alta necesidad inversora, la presión regulatoria y la ralentización global". Es por ello que "a corto plazo" les "cuesta identificar catalizadores para el valor" y aconsejan "aprovechar repuntes para reducir exposición". Aun así no hay que olvidar que Gestamp sigue creciendo. Su objetivo es hacerlo en torno al 5 por ciento en ingresos este año –frente al 8/9 por ciento que preveía antes–, considerando que ni el mercado de EEUU ni, sobre todo, Europa –que supone el 44 por ciento de las ventas– está creciendo, aunque Gestamp sí lo hace. En este entorno, dice JP Morgan, "necesita ser capaz de mantener un fino equilibrio entre un capex [inversiones] moderado, oportunidades de crecimiento [inorgánicas] y el pago de dividendos", y no debería endeudarse mucho más –cerrará en las 2,4 veces ebitda–, porque Moody´s ha puesto su rating en perspectiva negativa.