Según se anuncia en la página web de Boeing –el fabricante de aviones–, el modelo 737 Max es la aeronave que más rápido se ha vendido en la historia de la compañía: casi 5.000 pedidos desde su lanzamiento. Sin embargo, a raíz de dos accidentes fatales en Indonesia y Etiopía, las autoridades prefirieron dejar en tierra los 737, Boeing corre el riesgo de tener que detener la producción y numerosas aerolíneas se enfrentan a los costes provocados por la cancelación de los vuelos programados. Una de ellas es American Airlines, valor del fondo asesorado por elEconomista, Tressis Cartera Eco30, que se ha visto obligada a dejar en el hangar sus 737 Max durante los últimos ocho meses y, según las informaciones que llegan desde la Agencia Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA), aún habría que esperar hasta marzo del año que viene para contar con todos los permisos y reanudar los vuelos. Pese a resistir parte del golpe y conservar la recomendación de comprar que recibía del consenso de analistas que recoge FactSet hasta agosto, American Airlines lleva tres meses con un consejo de mantener y su acción registró en septiembre su nivel más bajo del último lustro en la zona de los 24,4 dólares. Cuando parecía haber dejado atrás ese punto, la semana pasada los títulos de la aerolínea se hundían un 6,2 por ciento en el parqué. El motivo podría residir en que la FAA considera ahora que los estándares de vuelo de la Autoridad de Aviación Civil de Malasia no eran tan seguros como antes. Y es que American Airlines compartía códigos con Malaysia Airlines para explotar rutas en conjunto, algo que ya no podrá hacer. Si los resultados del tercer trimestre del año resaltaron la fortaleza del mercado doméstico para la compañía aérea norteamericana, que compensaba la debilidad de las rutas internacionales, se prevé que el beneficio y el margen del cuarto trimestre "aumentarán por unas tarifas ligeramente mejores, el crecimiento de la capacidad y unos precios más baratos del combustible", explican los analistas François Duflot y George Ferguson, de Bloomberg Intelligence. Con todo, incluida la prohibición de volar los 737 Max hasta el año que viene, el beneficio operativo (ebitda) de American Airlines crecerá un 10 por ciento este año con respecto a 2018, hasta superar los 5.200 millones de euros. En los próximos años, entre 2018 y 2021, la compañía ganará en torno a un 20 por ciento más, según el consenso del mercado, aunque no recuperará los 6.000 millones que declaró en 2017. De las cuatro grandes compañías aéreas de Estados Unidos, American es la más pequeña por tamaño en bolsa, pero su atractivo para el inversor está en línea con las demás –Delta Air Lines, United, Southwest–. La media del multiplicador de beneficios que incluye la deuda es de seis veces.