El petróleo ha escalado en las últimas semanas al albor de las esperanzadoras declaraciones de varios implicados en las negociaciones comerciales entre EEUU y China. Los activos de riesgo están viviendo unas semanas dulces. Un acuerdo que ponga fin a la escalada de la tensión comercial puede ser un impulsor para la economía y, por ende, de la demanda de petróleo. Este sentimiento de euforia está cotizando en un crudo que supera los 62 dólares el barril, en el caso del Brent. Sin embargo, los fundamentales que dominan el mercado petrolero muestran una realidad muy distinta para el medio plazo: una oferta que superará el crecimiento de la demanda, un previsible aumento de los inventarios y una OPEP fracturada y con grandes limitaciones a la hora de coordinar un recorte de la producción.El crudo Brent ha subido un 6,8 por ciento desde el pasado 15 de octubre. El barril de petróleo europeo se está viendo impulsado por el optimismo en torno a las negociaciones entre EEUU y China, que parecen estar más cerca que nunca de alcanzar un acuerdo. Además, el modo risk-on en el que se encuentran los mercados, con unas bolsas en máximos anuales, está animando a los inversores que han intensificado sus apuestas alcistas (posiciones largas) en los mercados de futuros del petróleo.RiesgosWarren Patterson y Wenyu Yao, analistas de materias primas en ING, declaran en una nota que "este optimismo también se ha intensificado con unas cifras de empleo en EEUU mejores de lo esperado el viernes. No obstante, creemos que la fortaleza de los precios del petróleo será de corta duración, ante el superávit de producción que se espera para el primer semestre de 2020. El riesgo que amenaza esta predicción estará en si la OPEP y sus aliados sorprenderán al mercado en diciembre con recortes aún más profundos de lo esperado para 2020".Sin embargo, el cártel no pasa por su mejor momento. La OPEP se encuentra fracturada por los conflictos políticos y de dominio entre Irán y Arabia Saudí, algo que no es nuevo, pero que sí ha ganado intensidad en los últimos meses. "Sin el apoyo de la OPEP se podría ver fácilmente otro desplome severo en los precios", destaca Maya Senussi y Dan Smith, economistas de Oxford Economics.Las previsiones del Banco Mundial (BM) van en la misma línea. En un documento destaca que el crecimiento de la demanda para 2020 será de un millón de barriles por día, una cifra muy débil, que suele corresponderse con periodos de muy bajo crecimiento. "El mayor riesgo para la previsión de 58 dólares por barril es un deterioro de la economía mayor. Ya con las previsiones actuales, el consumo solo crecerá un 1 por ciento en 2020. Históricamente, cuando el crecimiento de la demanda ha sido del 1 por ciento esta debilidad ha estado marcada por desaceleraciones económicas, mientras que caídas del 1 por ciento en la demanda se han dado en episodios de recesión global, como en 1975, 1982, 1991 o 2009", destaca el documento del BM.