Europa cierra con descensos más leves, aunque el Ibex 35 pierde un 0,89%Los mercados recobraron la calma ayer tras el sobresalto que vivieron en el arranque de la semana por la escalada de las tensiones comerciales, que desembocó el lunes en una nueva devaluación del yuan chino por encima de los 7 yuanes por dólar. Pasado el susto inicial, el mercado valoró ayer la capacidad limitada que tiene China de ir mucho más allá con la devaluación de la divisa. Es un viejo fantasma que hace pocos años, en 2015 y 2016, pasó una cara factura a las bolsas, y ahora ha vuelto a asomar la cabeza. Sin embargo, las caídas de la renta variable en la semana de momento se han quedado en un primer ataque bajista, que el martes tuvo continuidad, pero de manera más discreta. Las bolsas se movieron tras ver cómo el yuan se revalorizó en la bolsa asiática en torno al 0,4 por ciento, dando un respiro a quienes temían por el impacto de una mayor devaluación.El peligro de devaluarLa devaluación del yuan es una de las armas con las que cuenta China en su guerra comercial, pero utilizarla no le sale gratis. Las últimas grandes intervenciones de la divisa por parte del gigante asiático recuerdan cómo la decisión terminó salpicando a la economía y a las finanzas de China, algo que el Gobierno querrá evitar. Allan von Mehren, economista jefe de Danske Bank, reconoce que aunque una fuerte caída de la divisa china haría que los bienes y servicios made in China ganasen en competitividad vía precios y ganasen en atractivo en los mercados globales, China tiene motivos para no permitir que el yuan caiga mucho más. "El tiro le podría salir por la culata en caso de una devaluación mayor. Cuando los mercados –y los hogares chinos– sufrieron la devaluación entre 2015 y 2016, ello supuso una salida de capitales significativa, que China intentó contener. Finalmente, se salió con la suya, pero esto podría no volver a ocurrir en esta ocasión", señala el experto.Debido a la gran huida de capitales (una divisa débil no solo tiene ventajas, y las empresas y familias chinas lo saben) que tuvo lugar en aquel momento el gobierno tuvo que echar mano de los ahorros en divisa extranjera del país para comprar yuanes en el mercado y evitar así que su caída fuese excesiva. El dinero en divisas de otros países que tenía China en sus reservas se redujo un 18 por ciento entre agosto de 2015 y enero de 2017, un año y medio en el que se borraron más de 661.000 millones de dólares en sus reservas. Desde Natixis esperan que "los políticos chinos mantengan la divisa relativamente estable en los niveles actuales", y no creen que se vaya a producir "una devaluación masiva".Desde Citi, por su parte, explican cómo "el banco central de China ha sugerido que no utilizará el yuan en la guerra comercial (ver apoyo), probablemente para calmar a los ciudadanos e intentar limitar las salidas de capital", y destacan cómo "si China es capaz de ingeniar una debilidad del yuan a su antojo, parándola cuando quiera sin perder el control, será una gran demostración de fuerza ante Estados Unidos. Pero es muy dudoso que esto sea posible", considera el banco estadounidense.Eso sí, los expertos no descartan que el yuan siga cayendo frente al dólar, pero de una forma menos agresiva. "Creemos con alta probabilidad que el mercado debilitará un poco más al yuan durante el próximo año... prevemos que la presión vendedora se mantenga viva hasta el nivel de 7,2 yuanes por dólar", señalan desde Danske Bank, mientras desde Barclays creen que el descenso profundizará algo más, hasta los 7,25 yuanes por dólar. Además del problema de la fuga de capitales, tampoco hay que olvidar que la mayor parte de la deuda externa de China (en 2015 era un 80 por ciento, según el país), que a finales de 2018 era de 1,69 billones de dólares, según los datos que ma-neja Bloomberg, está denominada en dólares, lo que puede suponer un problema adicional para el país si la divisa americana se encarece.Con todo, las bolsas europeas cerraron también ayer en rojo, pero las pérdidas fueron más suaves que en la jornada previa: el EuroStoxx 50 sufrió pérdidas ayer del 0,58 por ciento y el Ibex 35 del 0,89 por ciento, el descenso diario más grande del Viejo Continente.