Bolsas y Mercados Españoles (BME) volvió ayer a presentar unos resultados a la baja, donde la caída de los volúmenes de negociación en renta variable –su principal fuente de ingresos, con el 40,3 por ciento de los ingresos– siguen penalizando sus cifras. BME obtuvo un beneficio de 63,4 millones de euros a cierre del primer semestre, la menor cifra desde el primer año de vida en bolsa en 2006. Además, este dato implica que son ya cuatro años consecutivos de caída de las ganancias, ya que, respecto a los 71,9 millones de 2018, merman otro 11,8 por ciento por lo que el consenso sigue descontando que el gestor de la bolsa nacional no cumplirá con su plan estratégico a 2021 salvo que dé una sorpresa a través de la adquisición de otras compañías. Según la hoja de ruta de BME, su beneficio debería cerrar 2019 con un crecimiento del 6 por ciento –esa es, al menos, la previsión de incremento anual planteada por la firma–, lo que implicaría alcanzar los 145 millones de euros, frente a los 137 del año pasado. Pero la realidad es que el mercado se ha ido enfriando a lo largo de los últimos meses. Cuando el gestor dio a conocer su plan estratégico 2019-2021 en octubre del año pasado, los analistas se posicionaban ligeramente menos optimistas que la compañía, en concreto, un 1,8 por ciento por debajo de cara a 2019. Hoy, esas mismas previsiones son ya un 11 por ciento inferiores y calculan que este ejercicio se cerrará con 130 millones de euros de beneficio y se mantendrá estable, sin crecimiento, los años que dura el plan.La caída de los ingresos en el semestre afectó a las cuatro principales áreas de negocio de BME, que suponen el 93,2 por ciento del total. La principal, la de renta variable, sufrió un recorte del 16,7 por ciento, hasta los 56,9 millones de euros, a lo que se suma un aumento de los costes cercano al 8 por ciento. Market Data, que supone el 23,2 por ciento del total, vio caer su ebitda un 10,3 por ciento. Mientras que Liquidación y Clearing –cuyo peso es del 20,9 por ciento y 8,8 por ciento, respectivamente, de los ingresos– lograron, a pesar de la caída, defender un ebitda con crecimiento positivo en el semestre. "Los resultados muestran cierta ralentización en la caída de ingresos y mejora de márgenes. El nuevo plan estratégico busca potenciar los ingresos no relacionados con volúmenes de contratación [que supusieron el 53 por ciento del total en 2018] y debería empezar a calar en sus cifras", afirman en Bankinter. El hecho de que la caída se modere fue una de las palancas que llevó a sus acciones a subir un 4,19 por ciento, hasta los 21,38 euros. Desde Renta 4 se muestran optimistas con el hecho de que la caída de los volúmenes de negociación se modere algo en la segunda parte del año. A cierre de junio, el desplome fue del 29 por ciento y creen que en 2019 será del 16 por ciento, para "empezar a recuperarse en 2020 un 2 por ciento anual, aunque no se ha visto aún ese punto de inflexión".