Medios - Comunicación
Elon Musk resta a Twitter el 9% de su valor en bolsa tras suspender la compra
- El principal accionista desconfía del volumen de perfiles falsos de la plataforma
Antonio Lorenzo
Elon Musk, principal accionista de Twitter, ha provocado este viernes un caos histórico en la compañía que pretende adquirir. Tras celebrar con emoticonos festivos su entrada en el capital de la compañía, el hombre más rico del mundo prendió fuego el valor en bolsa con una caída del casi el 9% a media sesión de este viernes, tras llegar a desplomarse más del 20%. Y semejante fiasco lo provocó con una declaración casi catastrófica para la empresa: la suspensión temporal de la transacción.
Los analistas del mercado consultados por este periódico se debaten entre las motivaciones de Musk: unos piensan que el fundador de Tesla juega con el precio de la compañía y otros aluden al carácter impulsivo del personaje.
Al margen de lo anterior, lo que se desprende la última jugada del magnate es que lanzó una OPA sobre la totalidad del capital de Twitter por valor de 44.000 millones de dólares (42.156 millones de euros), pero lo hizo sin mediar una auditoría, es decir, sin conocer con certeza el sitio donde se metía ni manejar las cifras de audiencia. Como es habitual en Musk, la sorprendente espantada fue difundida a través de su cuenta a velocidad viral. En concreto escribió que "la suspensión temporal del acuerdo de Twitter a la espera de detalles que respalden el cálculo de que las cuentas falsas/spam representan menos del 5% de los usuarios".
La puesta en escena de la decisión de Musk tiene todos los visos de convertirse en serie de televisión, no sólo por la dimensión de la transacción en ciernes sino también por la forma en la que se ejecutan los movimientos. Por lo pronto, los órganos tradicionales de difusión de información relevante para los inversores de compañías que operan en las bolsas estadounidenses han pasado de la SEC a la plataforma del pajarito azul. De esa forma, el empresario mantiene a la comunidad inversora en vilo con cada actualización de su perfil tuitero, con la certidumbre de que todo puede ser posible con Musk.
El problema del empresario sudafricano reside en el número de cuentas falsas o alimentadas por máquinas que pululan en la plataforma de comunicación. Las suspicacias sobre la falta de transparencia de la empresa ya le quitaba el sueño a Musk desde hace semanas, preocupado por latransparecencia y el juego limpio.
La maniobra de Musk fue celebrada y denostada a partes iguales entre sus seguidores. Entre ellos, algunos calificaban al empresario de "maldito genio", capaz de "desentrañar el volumen de cuentas falsas en Twitter sin ni siquiera poseerlo". Y otros recelaban de un anuncio que laminaba cualquier tentativa de encarecer la oferta inicial de la adquisición
"¿Está muriendo Twitter?"
El pasado 9 de abril, el empresario ya cuestionaba el top de grandes cuentas "La mayoría de estas cuentas "top" tuitean poco y publican muy poco contenido. ¿Está muriendo Twitter?", compartió el primer accionista de la plataforma tras explicitar un ranking compuesto, entre por @BarackObama (131.4 millones de seguidores), @justinbieber (114.3 millones), @katyperry (108.8 millones);@rihanna (105,9 millones);@Cristiano (98,8 millones);@taylorswift13 (90,3 millones);@ladygaga (84,5 millones y el propio @elonmusk (81 millones).