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¿Por qué importa el ataque de Arabia Saudí en Yemen? Petróleo e Irán, claves
- Yemen es un punto estratégico en el transporte de petróleo global
- Hay una 'guerra' latente en el mundo islámico: suníes contra chiíes
Arabia Saudí (de mayoría suní) ha iniciado operaciones militares en Yemen para intentar derrotar a las milicias hutíes (que son chiíes) que asedian la ciudad sureña de Adén en Yemen. Aunque este país produce menos petróleo que Dinamarca, su situación geográfica le otorga un papel esencial en su distribución a nivel mundial. Desde los países del Golfo Pérsico se acusa a Irán de utilizar a los hutíes como herramienta para controlar Yemen y tener mayor poder sobre el petróleo.
Yemen se encuentra en una posición privilegiada desde donde salen los superpetroleros de los países del Golfo Pérsico cargados de crudo hacia Occidente y Oriente. Si los rebeldes hutíes se hacen con el poder del país, impactará en la relación entre las empresas petroleras de los países situados en el Golfo Pérsico, que son los mayores exportadores de crudo del mundo.
Tal y como explica el analista John Vautrain a Bloomberg, "miles de barriles de petróleo en Yemen no son noticia, pero millones de barriles de Arabia Saudí sí tienen importancia".
Punto estratégico
Yemen, Yibuti y Eritrea comparten el estrecho de Bab el-Mandeb, uno de los puntos más importantes del mundo en lo que se refiere al petróleo por los millones de barriles que lo atraviesan diariamente. Según datos de la US Energy Information Administration, la cantidad se cifra en unos 3,8 millones de barriles diarios.
Theodore Karasik, analista geopolítico independiente, explica que "a medida que la escalada de la tensión en Yemen ha ido aumentando también crece el nivel de alerta sobre la amenaza que supone este conflicto para el transporte del petróleo a nivel internacional".
John Vautrain, experto en el sector energético y fundador de la consultora Vautrain & Company, apunta que Yemen está siendo el terreno donde Irán y Arabia Saudí están luchando por sus intereses dentro de la OPEP.
Irán se ha mostrado contrario a la estrategia de Arabia Saudí de mantener intacta la producción de petróleo a pesar del exceso de oferta mundial que ha hundido los precios.
Una guerra latente en el Islam
Pero la importancia de Yemen no es solo como enclave estratégico, ya que la religión también tiene un papel importante. Hace escasos meses, Hassan Rouhani, chií y presidente de Irán, se refirió a la política petrolera de Arabia Saudí como "una traición al mundo musulmán".
"Arabia Saudí está yendo contra los intereses de la región, el mundo musulmán y los musulmanes... Irán y su gente no olvidarán estas conspiraciones y la traición al mundo musulmán", sostuvo Rouhani en declaraciones a abcNews.
El avance de los hutíes en Yemen podría ser el comienzo de la venganza de Irán por la política impuesta por Arabia Saudí en la OPEP. Aunque este conflicto se ha convertido estos días en noticia, no es la primera vez que Irán y Arabia Saudí se enfrentan en conflictos internacionales. Suníes y chiíes están inmersos en un conflicto que algunos analistas denominan la "Guerra Fría de Oriente Medio", con escenarios clave de esta confrontación en Siria y en Irak. Y de fondo, el papel de Rusia y EEUU.
El papel de Rusia y EEUU
En la guerra civil de Siria, Arabia Saudí apoya a los rebeldes, que también son sunitas, mientras que Irán e Irak (gobiernos chiíes) han apoyado al Gobierno de Bashar Assad (chií). Rusia, por su parte, siempre está del lado de Irán, tanto en el conflicto de Siria como en el de Yemen. Sin ir más lejos, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha pedido el "cese inmediato de las hostilidades" en Yemen y ha llamado a multiplicar los esfuerzos en la comunidad internacional para conseguir una solución política.
Putin contactó ayer por teléfono con el presidente iraní, Hasán Rohani, para abordar "el brusco deterioro de la situación en Yemen". "Rusia ha subrayado la importancia de que haya un cese inmediato de las hostilidades y de esforzarse para desarrollar opciones para una solución pacífica del conflicto", ha dicho el Kremlin en un comunicado.
Menos clara parece la postura de EEUU. Arabia Saudí lidera el grupo de países musulmanes aliados de Occidente, pero las recientes negociaciones de EEUU con Irán para acabar con las sanciones por su política nuclear no han sentado bien. Unas covnersaciones que han puesto en guardia a Arabia y que además podrían añadir muchos millones de barriles de petróleo al mercado internacional, una 'sorpresa' que metería más presión a los precios. Tampoco ha gustado la reciente colaboración en Irak entre EEUU e Irán.
De modo que Yemen es el escenario de un nuevo pulso entre Irán y Arabia Saudí teñido por el petróleo, con una guerra latente en el mundo musulmán de fondo y unas consecuencias geopolíticas tan importantes como impredecibles.