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El precio de la gasolina sube como un cohete y baja como una pluma: ya aumenta en enero

  • Sube tres semanas seguidas, algo que no se veía desde junio del año pasado
Foto de archivo


Los precios de la gasolina y del gasóleo registraron subidas del 3,7% y del 3,4%, respectivamente, en la última semana, con las que regresan a los niveles de mediados de diciembre. De este modo, el precio de la gasolina comienza a acoplarse a la subida de más del 7% vivida por el Brent la semana pasada, de una forma más rápida que la traslación a precios vista tras el desplome del crudo en junio de 2014.

Y es que mientras que el precio del petróleo de tipo Brent (de referencia en Europa) subió alrededor de un 7,4% la semana pasada, la gasolina ha subido un 3,7%. Sin embargo, entre el 22 de junio de 2014 y el 22 de septiembre el Brent se desplomó un 25% y el precio de la gasolina tan sólo cayó un 2,11%.

Ante esta situación, el Ministro de Industria, José Manuel Soria, ha insistido en varias ocasiones sobre la posibilidad de que se "puede hacer más para bajar el precio de la gasolina". Pero la escasa competencia en el sector impide que la caída de precios en el crudo de traslade rápidamente al precio de la gasolina.

El objetivo de aumentar la competencia está siendo impulsado por el Gobierno central, pero las Comunidades Autónomas no facilitan la tarea. Navarra, Andalucía y Castilla La Mancha se han unido a Aragón en la lucha contra las gasolineras low-cost. Estas cuatro comunidades han hecho caso a las demandas que durante meses llevan reclamando patronal, sindicatos y clientes y han incluido en sus legislaciones la exigencia de tener, al menos, un empleado en el horario de apertura.

En concreto, el litro de gasolina cuesta de media 1,178 euros, tras sumar tres semanas consecutivas al alza. Su precio es por primera vez superior al de inicio de año, en un 2,4%, aunque se sitúa un 15% por debajo del registrado en la misma semana del año anterior.

En cuanto al gasóleo, marca un precio medio de 1,108 euros en los surtidores y acumula también tres semanas consecutivas de encarecimientos, que han anulado las bajadas registradas en el inicio del año. Este combustible cuesta ahora un 0,5% más que en enero, pero un 17% menos que en la misma semana del año pasado.

La actual tendencia al alza es la primera desde que a mediados del año pasado los combustibles tocaran máximos anuales, de 1,456 euros para la gasolina y 1,346 para el gasóleo, e iniciaran una secuencia de bajadas al abrigo del desplome en los precios del petróleo.

¿Refleja la subida del petróleo?

Las nuevas subidas reflejan los precios medios de los combustibles durante la semana pasada, en la que el barril de crudo subió entre cuatro y seis dólares. En la actualidad, el Brent cuesta 55,83 dólares, un dólar menos que hace una semana, mientras que el Texas 'sweet light' se cambia por 50,19 dólares, dos dólares más que hace una semana.

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) publicó la semana pasada un informe de supervisión del mercado minorista en el que se aprecia que los márgenes brutos de los operadores aumentaron un 4% en diciembre, un mes en el que los carburantes registraron la mayor bajada desde 2008.

Por su parte, el presidente de la CNMC, José María Marín Quemada, destacó ayer la fuerte caída de precios de carburantes en todo el mundo provocada por el desplome del petróleo, hasta el punto de que los "colegas americanos" destacan que "un litro de gasolina cuesta menos que un café del Starbucks".

Llenar el depósito, dos euros más caro

Con los niveles actuales, llenar el depósito medio de 55 litros de gasolina requiere 64,7 euros, dos euros más que hace una semana, mientras que el de gasóleo cuesta 60,9 euros, también dos euros más.

Los carburantes siguen costando en España menos que en la media de la UE, donde el precio de venta al público del litro de gasolina se sitúa en 1,331 euros y en 1,349 en la zona euro. Por su parte, el litro de gasóleo cuesta 1,218 euros de media en la UE de los 28 y 1,188 en la eurozona.

El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los nuevos gravámenes al biodiésel, sigue contando con una menor presión fiscal.