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"Hemos desarrollado un modelo con mucha innovación en el que la persona es nuestro principal activo"

  • "No quería el típico despacho con mi nombre en la puerta"
  • "Cada uno de nuestros empleados ha interiorizado el modelo"
  • "Necesitamos compromiso, no valen todas las personas"
El abogado Ángel Gómez, socio director de Área - Grupo Bálamo

Ignacio Faes

A Ángel Gómez le llamaron loco muchas veces. Hijo de funcionarios, estudia derecho para preparar judicaturas a nivel alto. Tras superar la primera prueba, decide que quería otra cosa. "No estaba donde quería estar. Tenía una sensación de inconformismo", apunta. Sin embargo, sus padres le inscribieron en las pruebas para formar parte del departamento jurídico de uno de los grandes bancos españoles. Empieza a trabajar entonces para la gran firma. "Tenía la misma sensación. Aunque aprendí mucho esos dos años que estuve allí, no me veía", señala. Volvió a dejarlo todo y regresó a su Extremadura natal a un despacho en el que le prometieron que lideraría la transformación del bufete. Tras ver que no interesaban mucho sus ideas, volvió a dar un giro de timón. "Un mes antes de casarme, decidí cambiar de vida de verdad. Lo que quería", subraya. Así nace Área Abogados y Asesores, el proyecto que lidera ahora Ángel Gómez.

¿Qué era lo que buscaba con tanta insistencia?

Tenía claro que no quería el típico despacho con mi nombre en la puerta. Nuestra apuesta desde el principio tuvo que ver con unas determinadas señas de identidad. Quería una marca que pudiera competir en el mercado, pero con unos valores que conjugaran lo antiguo y lo moderno, la abogacía artesanal con la innovación y la vanguardia. Es algo que ya está en muchas empresas, en las que se ha producido una transformación evidente y acelerada. Sin embargo, en nuestro sector es algo contenido todavía.

¿La irrupción de las nuevas tecnologías va a cambiar tanto como se habla la profesión?

Va a haber servicios del sector jurídicos que va a hacer la máquina. Los juristas van a quedar para las cirugías complicadas. La Inteligencia Artificial es el siguiente paso y va a suponer una transformación radical. Cambiará los procesos y lo jurídico será lo transversal. La sensibilidad por la innovación y por determinados valores es lo que me movió en esta aventura después de una experiencia intensa en grandes firmas.

¿Cómo se implanta este modelo?

Fuimos desarrollándolo sobre la base de que la persona fuera un activo central de la empresa y lo hemos ido alimentando con mucha innovación. Hemos conseguido un modelo de trabajo en el que se funciona como deben de funcionar todas las empresas. Es algo que no te enseñan en la carrera. Hay que aplicar el concepto de empresa a los servicios jurídicos.

Este funcionamiento tradicionalmente ha quedado fuera de la actividad de la abogacía. ¿Están cambiado las cosas?

Siempre han sido los colegios los que nos decían lo que podíamos o no podíamos hacer. Es cierto que esto ha cambiado. Cada vez comunicamos más y le damos más valor a nuestra marca.

¿Es fácil encontrar a personas que quieran sumarse a un proyecto como este?

Hemos tenido que generar una identidad en la que cada uno de nuestros empleados, socios y profesionales ha tenido que ir interiorizando ese modelo. La gente siempre dice que quiere trabajar así, con libertad de horarios y facilidad para conciliar, pero luego hay que estar preparado. Tenemos una cierta tendencia a ser gregarios de alguien y que nos digan lo que tenemos que hacer. Hay mucha gente que necesita que se le diga cómo hacer las cosas.

¿Qué perfiles buscan?

Lo que yo llamo la RRCC, responsabilidad, reciprocidad, compromiso y confianza. Tenemos que fiarnos todos, unos de otros. Si ganamos, ganamos todos y si perdemos, perdemos todos. Esto tiene que ser así, sino no funciona. Si tu no me cuidas a mí, yo no cuido de ti. Ese esquema lo hemos ido traslandando y desarrollando con muchas cosas. El principal factor para implantar esto es el ensayo y error. Hemos ido probando cosas para saber qué funciona y qué no, para llegar a conseguir esta identidad.

¿Cuáles son las perspectivas de futuro?

Ahora mismo tenemos dos áreas de trabajo. En legal somos unos 12 abogados y en materia fiscal otros 12. Luego en otros lugares tenemos otros siete profesionales. Al final, toda esta filosofía es la marca que estamos creando. Hemos lanzado la firma Bálamo Legal y Fiscal, con la que queremos potenciar y dimensionar todo esto que estamos hablando. Hemos probado estas medidas en nuestro laboratorio, sabemos que funciona y creemos que puede funcionar también a gran escala. Con Bálamo integraremos a otros socios y otros despachos que quieran asumir este trabajo.

¿En qué se fijan a la hora de buscar e incorporar nuevos socios?

Necesitamos gente que tenga la responsabilidad de generar lo que necesita la empresa para que luego puedan tener todos estos beneficios. Eso lleva implícito un modelo de gestión en el que la flexibilidad va muy ligada a la responsabilidad.

Se podría decir que son unos pioneros de la conciliación.

Cuando empezamos con esta idea que hoy llaman responsabilidad social corporativa no existía ningun tipo de certificación. La abogacía nos dedicábamos a ayudar al cliente. Nadie se planteaba sistemas de selección, protocolos o softwares. En 2009 fuimos el único despacho que accedimos al certificado efr. Teníamos un modelo de conciliación implantado y la Fundación Más Familia nos lo selló. Estábamos en la mesa con Endesa, las telefónicas, etc. Otro mundo. Pero una cosa es cierta, ahora está muy de moda y estamos los que hacemos esto porque nos lo creemos y muchos otros que lo hacen por postureo.

¿Es muy difícil conseguir estos sellos?

En este ámbito ni las auditoras ni las certificadoras están vendidas. Tienes que tener el sistema realmente implantado y no hacer como muchos que lo tienen de cara a la galería, pero luego... No hace falta más que hablar con los empleados. El siguiente hito fue certificarnos con el sistema IQNet SR10. Esta certificación pregunta a los clientes. Lo miran absolutamente todo. Como el sistema de vacaciones, de turnos, sistemas de salud y luego la idea de transversalidad y de transparencia.

También realizan acciones de RSC al uso.

Realmente no lo hacemos como los demás. Las aprobamos en una comisión por la que pasa rotatoriamente todo el equipo. Hemos decidido que, en el ámbito de la publicidad, hagamos acciones que puedan tener impacto en la sociedad. En vez de poner un anuncio preferimos patrocinar un club de ajedrez, una escuela de triatlón, un programa de radio de un colegio, etc. Ésa es nuestra forma de ir haciéndonos visibles en la sociedad, patrocinando a estas iniciativas.