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Perfil del juez formado en la Escuela Judicial: mujer... y de 29 años

  • Casi 3.000 magistrados se han formado en el centro, que celebra su vigésimo aniversario

Pedro del Rosal

El perfil de los casi 3.000 jueces formados en la Escuela Judicial de Barcelona es el de una mujer, de 29 años, nacida en Andalucía o Madrid, sin experiencia laboral previa y sin ningún familiar que ejerza una profesión del ámbito jurídico. Así lo rebela la estadística ofrecida ayer por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), con motivo del vigésimo aniversario de la institución.

De las 20 generaciones que se han formado en la Escuela Judicial, sólo una -la primera, con 15 varones sobre un total de 25 personas- ha contado con más hombres que mujeres. Tras ella, la presencia femenina siempre ha sido superior, llegando incluso al 74 por ciento en la promoción de 2009, con 100 mujeres de un total de 135 integrantes.

Así, del total de alumnos que se han formado en la Escuela Judicial, el 65 por ciento son mujeres: 1.888 de 2.922. Asimismo, los estudiantes que carecían de experiencia laboral previa también alcanzan el 65 por ciento; los que no tienen ningún familiar ejerciendo profesiones del mundo del Derecho, por su parte, son tres de cada cuatro -los que declararon tener en su familia algún juez o magistrado son menos del seis por ciento-.

Frente a la edad media de 29 años, los que ingresaron con menos de 25 son menos del 10 por ciento; por encima de los 40 años accedió el 1,64 por ciento de los estudiantes. Además, según detalla el CGPJ, la mayoría de los que ingresan en el centro barcelonés han pasado una media de cuatro años y cuatro meses preparando las oposiciones.

Un sistema reconocido

De los jueces en activo, 55 de ellos se han formado en la Escuela Judicial. El sistema de enseñanza del centro, como recuerda el CGPJ, ha sido reconocido a nivel europeo. Su premisa es que "no se trata tanto de transmitir conocimientos que ya se suponen adquiridos, sino sobre todo de aplicarlos". En este aspecto, el método del caso constituye la "columna vertebral" de la actividad docente.

Este sistema consta de tres variantes. En primer lugar, el caso cerrado, en el que el juez trabaja con dosieres basados en expedientes judiciales y sobre los que debe elaborar ponencias.

En segundo lugar, el caso secuenciado, basado en la recepción progresiva de información. Comienza con la documentación que un ciudadano entregaría a su abogado y culminaría con el dictado de la sentencia.

En último término, los alumnos deben trabajar el caso abierto; esto es, estudian a tiempo real y virtualmente un caso que entra en un juzgado. Así, se seguirá la tramitación del procedimiento y presenciarán, a distancia, el juicio y las audiencias previas. Al concluir, dictarán sentencia con la misma información que el titular del juzgado y antes de que lo haga éste.