Un 7,4% de los hogares españoles se encuentra en situación de pobreza energética
- El presidente ejecutivo de Naturgy dice que es un problema social que no se puede eludir
- Dos terceras partes de los hogares vulnerables son viviendas de 25 años o más
Xavier Gil Pecharromán
En cuatro años, un total de 67.500 hogares españoles han dejado de estar en situación de pobreza energética, pero las viviendas ubicadas en áreas rurales, con mayor proporción de viviendas grandes u hogares unipersonales, muestran una clara correlación con la tasa de pobreza energética.
Un 8,3% de media de los hogares españoles se encontraba en situación de pobreza energética entre los años 2011 y 2017. Esta tasa media alcanzó un pico máximo del 9% en 2013 y, a partir de entonces, descendió paulatinamente hasta el valor mínimo de 2017, un 7,4%.
El presidente ejecutivo de Naturgy, Francisco Reynés, manifestó, por su parte que el problema de la pobreza energética es un problema social que no se puede eludir, ya que "afecta a las condiciones de una vida digna de las personas".
Así, se explica en el estudio 'La pobreza energética en España: Aproximación desde una perspectiva de ingresos', elaborado por la Cátedra de Sostenibilidad Energética del IEB-Universidad de Barcelona entre los años 2011 y 2017, que ha sido publicado por la Fundación Naturgy.
Antigüedad de la vivienda
Reynés ha subrayado que, según las conclusiones del estudio, dos tercios de los hogares vulnerables de España tienen más de 25 años, por lo que 'la relación entre la antigüedad de la vivienda y la vulnerabilidad es relevante", declaró. En este sentido, destacó que uno de los principales proyectos de la Fundación Naturgy pone el foco en esta problemática. "Gracias al Fondo de Rehabilitación Energética que pusimos en marcha en nuestra fundación, se han podido rehabilitar ya un millar de viviendas de familias vulnerables, y vamos a seguir trabajando en esta línea", explicó.
Según las investigadoras, "las reformas estructurales son el objetivo deseado, pero su aplicación es costosa. Por ello, son recomendables alternativas de bajo coste y rápida aplicación, como las promovidas por el estudio "Rehabilitación exprés para hogares vulnerables (soluciones de bajo coste)", de la Fundación Naturgy". Además, estas medidas están en línea con las recomendaciones de la Estrategia contra la Pobreza Energética aprobada por el Gobierno.
El estudio explica que "los datos demuestran que la pobreza energética es una dimensión más de la pobreza en general, y por ello las medidas para paliar la pobreza energética deben abordarse con políticas sociales, que permitan incrementar los ingresos de las familias, y con políticas de eficiencia energética, para promover la reducción del gasto".
La Comisión Europea publicará en 2020 unas directrices sobre la pobreza energética, en consonancia con el Paquete legislativo sobre Energía Limpia, según anunció ayer el director adjunto de la Unidad de Mercados Minoristas de la Dirección General de Energía de la Comisión Europea, Tadhg O'Briain, en su intervención en el acto de presentación del Seminario sobre Políticas y medidas contra la pobreza energética, organizado por la fundación Naturgy y la Cátedra de Sostenibilidad Energética del Institut d'Economia de Barcelona (IEB)-Universidad de Barcelona (UB) .
Factores clave
Los factores clave que definen la situación de pobreza energética atienden a tres características que se refieren la vivienda, al hogar y a los ingresos y riqueza familiares, según explica la catedrática de la Universidad de Barcelona, María Teresa Costa-Campi, directora del informe.
Así, son factores que afectan a la vivienda: el lugar (rural o urbano), antigüedad (25 o más años), tipo de construcción (edificio multifamiliar) y el tamaño (número de habitaciones). Así, del informe se desprende que las áreas rurales o con menor densidad de población registran un mayor número de hogares en situación de pobreza energética (24%), en comparación con los hogares que no se encuentran en esta situación (13%).
Además, más de dos terceras partes de los hogares vulnerables energéticamente residen en viviendas de 25 años o más. Según el estudio, el 50% del parque inmobiliario español fue construido antes de la década de los 80, cuando la eficiencia energética de la vivienda no estaba contemplada en las normativas de construcción de edificios.
Con respecto a las características del hogar, destacan aquellos formados por familias monoparentales o que son unipersonales. Un 4,9% de los hogares en situación de pobreza energética está formado por un único progenitor, mayoritariamente mujer, y un 38,1% son hogares unipersonales. Los hogares formados por una persona sola muestran, pues, una mayor probabilidad (6%) de ser pobres energéticos. Los hogares con un único progenitor con menores a cargo tienen un 7,2% más posibilidades de ser pobres energéticos; además, estos hogares están principalmente encabezados por una mujer.
Finalmente, en lo referido a los ingresos y al nivel de riqueza, tiene una gran influencia en la situación de pobreza económica, la situación laboral (parado en la mayoría de los casos), el nivel educativo (educación superior) y el régimen de tenencia (alquiler).
Concluye el informe que un 22,1% de los hogares españoles en situación de pobreza energética cuentan con personas desempleadas, frente al 7,1% de los hogares que no se encuentran en estas circunstancias. Además, la probabilidad de que un hogar se encuentre en situación de pobreza energética aumenta un 9,3% cuando el sustentador principal está desempleado.
Según la investigación, dirigida por la catedrática María Teresa Costa-Campi, de la Universidad de Barcelona, y elaborado por las investigadoras Elisenda Jové-Llopis y Elisa Trujillo-Baute, que en general, los hogares en situación de pobreza energética suelen tener bajos porcentajes de familias que han terminado los estudios de educación superior, en comparación con los hogares que no se encuentran en esta problemática energética (13,8% frente al 36% respectivamente).
Por otra parte, la tenencia en régimen de alquiler es el fenómeno más extendido entre las familias identificadas como pobres energéticas (18,8%) frente al resto de la población (16,5%).
CCAA y climatología
Otro de los aspectos que tiene en cuenta el informe es la comunidad autónoma, ya que la climatología y el perfil de los hogares de cada una de ellas es determinante a la hora de analizar la pobreza energética. No todas las comunidades autónomas son igual de vulnerables a esta problemática. Se observa un "anillo de alta pobreza energética" con tasas por encima del 12% en Extremadura, Castilla-La Mancha y Castilla y León.
En este sentido, aunque la tasa media nacional de pobreza energética para el periodo 2011-2017 fue de 8,3%, la mayor tasa la registró Castilla-La Mancha, que con un 17,4% duplicó la media nacional. Por el contrario, Ceuta (3,3%), Melilla (4,7%) y Canarias (4,9%) fueron las comunidades con las tasas más bajas.
Por encima de la media nacional y con tasas superiores al 10%, se sitúan las comunidades ubicadas alrededor de la Comunidad de Madrid, es decir, Castilla-La Mancha (17,4%) y Castilla y León (12,8%). A continuación, se sitúan Extremadura (12,2%) y La Rioja (10,8%).
Existen regiones con niveles de ingreso y de gasto de energía dispares. Por ejemplo, mientras que el gasto energético en el País Vasco y Extremadura es casi idéntico para el promedio del periodo analizado, el ingreso promedio anual por hogar es cerca de 10.000 euros superior en el País Vasco, lo que explica una menor incidencia de la pobreza energética en esta última región.
Navarra, Castilla y León, Aragón y La Rioja encabezan las primeras posiciones en cuanto a gasto energético, con un importe anual promedio por hogar considerablemente superior a la media española (1.099 euros).
Aquellas comunidades autónomas con elevadas tasas de desempleo o menores porcentajes de individuos con estudios superiores son más propensas a tener una tasa de pobreza energética más elevada. Entre las CCAA con mayores tasas de relación entre desempleo y pobreza energética, el estudio destaca a Navarra, Murcia, Madrid, Castilla y León, Andalucía y Cantabria.
En cuanto a la incidencia de las parejas monoparentales con respecto a la pobreza energética, están a la cabeza: Castilla-La Mancha, La Rioja, Castilla León y Navarra. En Canarias y Extremadura, por el contrario, no es significativa.
La diferencia no radica tanto en recibir una ayuda económica, sino en su cuantía. Así, por ejemplo, la Renta Mínima de Inserción (RMI) 400€ en la Comunidad de Madrid frente a 672 euros en el País Vasco en 2017).
Propuestas planteadas
El equipo de la Cátedra de Sostenibilidad Energética de la Universidad de Barcelona destaca diversas medidas, desde la óptica de la renta, que podrían contribuir a reducir los niveles de pobreza energética. De esta forma, consideran que en el ámbito laboral, se deberían armonizar las cuantías mínimas de ayudas suficientemente elevadas en todas las regiones, e implantar políticas activas para la creación de empleo o ayudas a empresas para que incorporen a desempleados.
Con respecto a la educación, se presume prioritario adoptar medidas para evitar el abandono escolar temprano, o proporcionar a los consumidores herramientas como la comprensión de la factura energética e información sobre sus derechos para acceder a ayudas como el bono social.
En relación a los hogares monoparentales, ofrecer incentivos fiscales, como la posibilidad de deducir el gasto de la cuidadora en la declaración anual del IRPF o la aplicación del IVA reducido para las agencias de colocación debidamente autorizadas.
Sobre los hogares unipersonales, considerar la edad, el género y las diferencias regionales en el diseño de políticas orientadas a reducir la pobreza energética, o introducir medidas novedosas como incentivos para la unión de hogares de personas mayores, compartiendo una vivienda o entre personas mayores y jóvenes, a fin compartir los gastos.
Además de actuaciones desde la óptica de la renta, el estudio también destaca la necesidad de adoptar medidas que actúen sobre el gasto de los hogares, principalmente focalizadas en la mejora de la eficiencia energética.
Asimismo, el estudio considera conveniente la homogeneización de la fuente de financiación de las actuales prestaciones del bono social eléctrico y el térmico.
Iniciativas en marcha
Las principales iniciativas sociales de la Fundación, en el marco del Plan de Vulnerabilidad de la compañía, son el Fondo Solidario de Rehabilitación Energética, con el que a final de este año ya se habrán realizado actuaciones para mejorar la eficiencia energética en alrededor de 1.000 viviendas de familias vulnerables; la Escuela de Energía, que ha formado a 18.000 personas en municipios de toda España; y el Voluntariado Energético, que cuenta con cerca de 500 empleados adheridos, la Fundación ha ayudado a otras más de 3.000 familias a mejorar sus conocimientos en materia de energía y a mejorar las condiciones de eficiencia energética de su hogar.