Educación, sanidad e inmobiliario son los sectores con mayor participación femenina en órganos de gobierno,
- El 75% de las empresas no cuenta con mujeres en órganos de Administración
- En sociedades limitadas es más escasa la presencia femenina que en las anónimas
- Hombres y mujeres muestran cifras similares en contratación con empleo fijo
Xavier Gil Pecharromán
Las empresas de los sectores de educación (28,2%); sanidad (27,2%) e inmobiliario (21,9%) son los sectores con mayor participación femenina en sus órganos de gobierno, según las conclusiones del informe "El rol de la mujer en la empresa española".
Se trata de un documento pionero elaborado por el Colegio de Registradores de España a partir de información del Registro Mercantil, con una muestra compuesta por más de 960.000 depósitos de cuentas del ejercicio económico 2022 presentados durante 2023. De esta cantidad, se han considerado válidas para el estudio 892.000 empresas, relativas a su inclusión en el apartado de presencia de la mujer en el órgano de administración, y 534.000 han resultado también válidas para el análisis de empleo.
Por otra parte, los sectores con una menor presencia de mujeres en órganos de administración son el de la información y comunicaciones (11,3%); la construcción (11,5%); y la industria extractiva (11,6%).
En general, el 75% de las empresas españolas no cuenta con mujeres en órganos de Administración, por lo que el Colegio de Registradores considera que "el porcentaje de participación de las mujeres en el órgano de administración de las sociedades mercantiles españolas, sean pymes o grandes empresas, dista mucho de aproximarse a la paridad con los hombres. Salvo en las microempresas, dónde el porcentaje de mujeres fue de uno frente a cinco a favor de los hombres, en las pequeñas, medianas y también en las grandes empresas, las mujeres apenas llegaron a representar de media uno de cada siete puestos en el órgano de administración".
En las microempresas la presencia femenina en los órganos de gobierno es del 17%; en las pequeñas, del 14,4%; en las medianas, del 13,4%; y en las grandes, del 13,5%. Es necesario tener en cuenta que las pymes societarias sobre las sociedades mercantiles totales, es aproximadamente del 98% de empresas personas jurídicas, es decir, sociedades mercantiles, son pymes, que engloban aproximadamente el 70% del empleo en nuestro país.
En las sociedades limitadas, la escasa presencia femenina en los puestos de máxima decisión (de 0 al 33%) supone un 8,1% frente a menos de la mitad, el 3,7%, de las sociedades anónimas. En cuanto a la presencia mayoritaria de mujeres en el órgano administrador, cifrada en el informe entre el 66 y el 99% del órgano, sucede en el 2,11% de las sociedades anónimas, porcentaje bajo, pero tres veces mayor que en las limitadas, que muestran solamente el 0,7% de participación femenina mayoritaria.
La presencia equilibrada entre géneros, entre el 33 y el 66%, supone el 12,5% de las sociedades anónimas frente al 7,7% de las limitadas, poniéndose nuevamente de manifiesto el motivo primordial del mayor tamaño de las sociedades anónimas que propician más miembros en su órgano administrador y por tanto más posibilidades de tener hombres o mujeres en el mismo.
En cuanto a la participación exclusiva (100%) de la mujer en el órgano de administración: en las sociedades limitadas se produce en exclusiva su participación en un porcentaje del 12,2%, claramente superior al porcentaje del 9,5% en las sociedades anónimas, en la medida en que los proyectos pequeños suelen hacer más fácil el emprendimiento, y por tanto que la sociedad tenga administrador único, mientras que las sociedades anónima tienen una proporción de Consejo de Administración, es decir más numeroso, en casi cuatro de cada diez sociedades, teniendo por tanto menos posibilidades para que todos sus miembros sean mujeres.
Empleo societario de las mujeres
En relación con el desglose del empleo societario por género, el informe apunta que las grandes compañías emplean un 44,1% de mujeres. Las microempresas, un 37,4%, porcentaje similar al de las compañías medianas, del 36,9%. Por último, en las pequeñas empresas el porcentaje de empleo femenino es del 32,6%.
Si se observa la calidad del empleo, medida según el indicador de empleo fijo y no fijo, tanto en hombres como en mujeres, muestra cifras similares y por tanto una gran paridad entre unos y otras. En el caso de las microempresas, los hombres con contrato fijo suponían el 86,8% mientras que en las mujeres llegaban al 88,9%, casi dos puntos más, reflejando en ambos géneros que casi nueve de cada diez puestos son empleos fijos.
Las pequeñas empresas muestran una situación todavía más parecida, con los hombres con contrato fijo en el 88% de los casos y las mujeres en el 88,8%. A medida que crece de manera importante el tamaño de las empresas tiende a reducirse el porcentaje de empleo fijo y, en consecuencia, aumenta la proporción de empleo no fijo: en las medianas (realmente grandes para la estructura societaria de nuestro país) caen ligeramente, hasta el 87,8% en los hombres y hasta el 87,6% en las mujeres, mostrando mayor caída en la comparación con las grandes empresas, en las que desciende el empleo fijo hasta el 84,1% en los hombres y el 83,5% en las mujeres, es decir entre 3 y 4 puntos menos en el caso de los hombres y entre 4 y 5 puntos menos en el caso de las mujeres.
Así, concluye el informe del Colegio de Registradores que "la situación de gran equilibrio que muestra este indicador de calidad en el empleo es una buena noticia, en cualquier caso, para la incorporación de la mujer al mercado de trabajo, aunque debe tenerse en cuenta que se mide en esta ocasión, con los datos disponibles, la estabilidad (tiempo de duración) del contrato de trabajo existente, pero no las horas de duración de este, es decir, si es parcial o a tiempo completo".