Inversión sostenible y ESG

Isabelle Thompsen (DNB AM): "Solo un 3% del capital a nivel global se dirige a la economía azul"

  • Gestiona el 'DNB Fund Future Waves', el nuevo fondo ESG de la firma nórdica
Isabelle Thompsen, gestora del 'DNB Fund Future Waves'.

María Domínguez

Se incorporó a DNB AM a principios de 2021 y gestionará el DNB Fund Future Waves, el nuevo fondo sostenible de esta gestora nórdica. DNB es una de las primeras entidades de su región, con más de 78.000 millones de euros bajo gestión. Este nuevo producto de renta variable invierte en 11 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU y está centrado en la economía azul (37% de la cartera), economía verde (31%), clima (19%) y calidad de vida (12%). Un tercio de las empresas en las que se posiciona procede de los países nórdicos y una quinta parte de EEUU. Isabelle Juillard Thompsen acumula 10 años de experiencia en inversiones sostenibles, y ha sido gestora y analista de investigación en Gjensidigestiftelsen y Norges Bank Investment Management (NBIM), entre otras entidades. Consulte más artículos sobre fondos sostenibles en elEconomista Inversión sostenible y ESG.

¿Por qué otorga el fondo ese protagonismo a la economía azul? 

Es un tema muy importante que, a veces, se olvida en las discusiones sobre la crisis climática. Es una enorme fuente de recursos, y está infrainvertida. Algunos estudios revelan que solo el 21% de los grandes inversores tiene el foco el océano. Y solo el 3% de todo el capital allocation se coloca en este tipo de soluciones, así que existe una tremenda oportunidad.  

¿Qué tipo de empresas están incluidas dentro de la economía azul? 

Es importante destacar que la OCDE estima para esta industria un crecimiento el doble de veloz que para la economía mainstream. Distinguimos fundamentalmente tres áreas. La primera es la energía renovable generada en el océano, especialmente el offshore. No solo invertimos en las granjas eólicas, sino en toda la cadena de valor, incluyendo los fabricantes de turbinas, como Vestas o la española Siemens Gamesa. El segundo gran tema es la descarbonización del transporte marítimo y también de la pesca, una industria no tan sostenible en términos de emisiones. Invertimos, por poner un ejemplo, en empresas de biocombustibles. Luego están el pescado y marisco sostenibles, la creación de una cadena alimentaria con una baja huella ambiental. Y otro gran tema adicional es el acceso a agua fresca y limpia. La ONU estima que la escasez de ella rondará el 40% en 2030. 

El fondo es artículo 8 según el Reglamento Europeo de Divulgación. No han ido a por el artículo 9, que etiqueta a los productos más puros dentro de la inversión ESG. ¿Han sido poco ambiciosos? 

La ambición es hacerlo artículo 9. En DNB hemos sido pioneros en inversión sostenible, es algo que hemos estado haciendo mucho tiempo. Queríamos tener claridad respecto a lo que se requería, pero también contábamos con una metodología muy sólida. Hemos colaborado con muchos académicos para que nos ayudasen a desarrollar nuestro marco y diseñar las variables que podemos utilizar en nuestro proceso de inversión. Ahora que tenemos más visibilidad deberíamos solicitar el artículo 9. 

¿Qué opinión tiene de este Reglamento de Divulgación (SFDR), vigente desde marzo? ¿Es suficiente? ¿Es poco? ¿Es demasiado? 

Creo que la taxonomía europea ha sido un paso adelante para mejorar la transparencia y hacer la información más fiable y comparable. Obviamente, cuando intentas abarcarlo todo, lo simplificas demasiado. Algunas métricas pueden resultar demasiado estrechas, especialmente en industrias en transición, ya que miran principalmente hacia atrás sin reflejar la tendencia, sin recoger cómo la compañía está desarrollando un modelo más sostenible. Están intentando afrontar esa limitación fijándose en el capex (la inversión en bienes de capital, muy útil para entender la evolución futura de una compañía). También veo el peligro de pasarlo todo a una métrica; no es suficiente, tienes que hacer tu propia investigación.  

En España los inversores retail apenas conocen todavía el ESG, la inversión sostenible. ¿Ocurre así en los países nórdicos? 

En estos países, y puedo hablarte fundamentalmente de Noruega, el Gobierno ha tenido la inversión sostenible como una estrategia clave, son grandes tenedores de activos sostenibles, y esto ha influido en el mercado. Esa ética de no hacer negocios si dañas a tus vecinos es una filosofía anclada desde hace tiempo en Escandinavia y en Países Bajos. Hay un gran foco en esto, y definitivamente existe interés por parte de los inversores minoristas. Si les presentas dos productos, tienden a elegir el más sostenible.