La UE permite una prórroga del Brexit hasta el 31 de octubre para evitar el caos

Reino Unido tendrá más tiempo para intentar desatascar su salida de la UE y evitar un doloroso divorcio. Los 27 líderes de la UE acordaron ofrecer a la primera ministra británica, Theresa May, retrasar la fecha del Brexit hasta el 31 de octubre, según informaron varias fuentes europeas, aunque se revisará la cooperación británica en la UE el 30 de junio para prevenir posibles bloqueos de los eurodiputados británicos.

En ese tiempo confían que la británica consiga el aprobado parlamentario para sacar adelante el acuerdo de salida cerrado con sus socios, y que garantiza una salida ordenada. Pero este retraso de la fecha de salida, inicialmente previsto para el viernes, llegó tras un duro pulso entre el presidente francés Emmanuel Macron, partidario de limitar el tiempo extra, y una mayoría de líderes europeos.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, defendió dentro de la sala una prórroga hasta marzo de 2020, según informaron fuentes comunitarias a elEconomista. A su llegada a la cumbre, el español sin embargo no se posicionó. Indicó que la prioridad es salvaguardar la unidad de los 27 y "hacer todo lo posible" para evitar una salida desordenada del Reino Unido de la UE.

Para Macron no existían las garantías para ofrecer una prórroga tan larga como pedía el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, quien había propuesto un año. El francés temía que Londres alterara el normal funcionamiento de la UE desde dentro, salpicando la inestabilidad política británica a las instituciones, e incluso torpedeando debates comunitarios como los próximos presupuestos plurianuales comunitarios o la elección de los altos cargos.

Por eso, la elección del 31 de octubre limita el daño, al excluir la posibilidad de que el Reino Unido pueda enviar un comisario a Bruselas, dado que la próxima Comisión debería arrancar el 1 de noviembre.

¿Qué pasa con las elecciones europeas?

La propia May pareció abrirse a un periodo más largo, siempre que pudiera salir de la UE "en el momento en el que ratifiquemos el acuerdo de salida".

La premier británica continúa confiando en que logrará un acuerdo con los laboristas, que le permitirá reunir los suficientes votos en su Parlamento para sacar el acuerdo de divorcio antes de las elecciones europeas, que se celebrarán a partir del 23 de mayo.

Pero esa confianza no es compartida al otro lado del Canal de la Mancha. La estrategia del resto de los 27 pasa por imponer una prórroga larga, que asuste a los conservadores más euroescépticos con la posibilidad de que el Brexit que defendieron no se materialice, y terminen por respaldar el acuerdo de salida cerrado entre May y la UE para minimizar los daños.

"De alguna manera es un acto de fe", reconoció alto cargo diplomático próximo a Londres

"De alguna manera es un acto de fe", reconoció alto cargo diplomático próximo a Londres. Otra fuente comunitaria añade que es la única manera para no quedar atrapados en una cadena de extensiones cortas que compliquen aun más un divorcio que ha menguado la paciencia y las energías del bloque comunitario.

Pero a muchos les preocupan los obstáculos que podría plantear un Reino Unido en la puerta de salida de la Unión, al discutir asuntos claves como el próximo presupuesto plurianual comunitario (2021-2027), o la renovación de todos los altos cargos de la Unión.

Por eso, los líderes buscaban la fórmula para atar las manos a Londres, en el limitado espacio legal que ofrece restringir los poderes a un todavía Estado miembro de pleno derecho. Para Holanda, que encabeza junto a los alemanes el grupo más próximo al Reino Unido, el riesgo de que Londres vaya a torpedear es "mínimo".

En el lado contrario, Francia y la Comisión Europea, entre otros, quieren asegurarse que actuará con lealtad, e incluso plantearon ideas para orillarle en asuntos cruciales en los que pueda tener intereses futuros, como el comercio. Esta camisa de fuerza, además de la obligación de participar en las elecciones europeas, son las dos condiciones básicas que impondrán los 27 a May.

La apertura de May hacia Corbyn para discutir permanecer en la unión aduanera es vista por varios, como el propio Tusk, como justificación suficiente para darle ese tiempo extra. Pero para Marcon, el paso de May tras meses de parálisis en Londres no resulta suficiente. "Cuando escucho rumores de una prórroga larga nos debemos preguntar: ¿para qué esta petición? ¿Cuál es el objetivo y las propuestas claras?", comentó a su llegada. Sus palabras reflejaron el escepticismo compartido por algunos de que una extensión más larga apenas sirva para cambiar las cosas, más allá de dar una patada hacia adelante al inevitable divorcio a las bravas.