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El Gobierno británico estalla en pedazos por el Brexit: trece altos cargos votan contra May

  • Hay confirmada una dimisión, el resto esperan a la decisión de May
Theresa May. <i>Foto: Efe</i>.

Víctor Ventura

Caos total en Londres. El Gobierno británico se cae en pedazos tras la ruptura de filas de una retahíla de ministros y secretarios de Estado -13 en total- en protesta por la decisión de Theresa May de ordenar votar en contra de la moción para rechazar un Brexit sin acuerdo. Una decisión de la primera ministra que ha dado pie a una derrota humillante y amenaza con llevarse por delante a May y su partido y pone en riesgo una salida ordenada de la UE.

En el Reino Unido, la norma obliga a todos los miembros del Gobierno a seguir la línea de su partido en las votaciones, so pena de cese. Así, se esperaban acciones contra David Gauke, ministro de Justicia; la ministra de Trabajo y Pensiones, Amber Rudd; el de Empresa y Energía, Greg Clark; el ministro para Escocia, David Mundell; la secretaria de Estado de Discapacidad, Sarah Newton, así como una serie de cargos inferiores con escaño, que votaron en contra o se abstuvieron. En total, 13 altos cargos rompieron la disciplina de voto, en una señal de debilidad histórica de la primera ministra.

No solo eso, sino que Mike Freer, uno de los jefes del grupo parlamentario 'tory' y encargado de conseguir que sus diputados votaran a favor, votó él mismo en contra, en una acción esperpéntica.

Downing Street confirmó el cese de Newton, pero aceptó que el resto de ministros que se abstuvieron mantuvieran sus cargos. La respuesta fue de furia por parte de los 'brexiteros', que pusieron en duda la capacidad de May de mantener la disciplina después de esta decisión.

Una nueva humillación

La primera ministra anunció que permitiría una votación libre en su moción para rechazar un brexit sin acuerdo, pero que pediría el voto en contra de eliminar la amenaza de una salida sin acuerdo como táctica de negociación. Además, mandó a su equipo parlamentario a presionar a los pro-europeos, para que retiraran su enmienda contra una salida sin acuerdo, ante el miedo a que varios de sus ministros votaran a favor de él y ampliaran la humillación del Gobierno. Finalmente, la diputada que había presentado el texto, Caroline Spelman, dio su brazo a torcer y anunció que retiraba la propuesta. Pero Bercow se lo impidió: "La enmienda ahora pertenece a la Cámara. Cualquier otro diputado podrá presentarla en su lugar", como así ocurrió, para desgracia de la primera ministra.

Tras la aprobación de esta enmienda, el Parlamento celebró una segunda votación confirmatoria. Y allí se desató el caos: los ministros que habían amenazado con rebelarse cumplieron su amenaza y votaron en contra o se abstuvieron, haciendo que la derrota de May pasara de 4 votos en la primera votación a 43 en la segunda.