Internacional
Ser 'sin techo' en Japón, una deshonra nacional
- Las cifras oficiales son muy bajas para las ONG que tratan de paliar la situación
- Los 'sin techo' se muestran avergonzados, la mendicidad es una deshonra
- El Gobierno más preocupado por su imagen en los JJOO que por ayudar
elEconomista.es, EFE
Nadie imagina que en las calles de Tokio, miles de personas esperan cada día a que caiga la noche para desplegar sus cartones y poder dar una cabezada, ocultos para una sociedad que mira para otro lado. En Japón no hay 'sin techo' porque nadie quiere admitir que la tercera economía del mundo también tiene gente que malvive en la calle, una deshonra y un fracaso para toda su cultura.
Las cifras de PIB y paro son un orgullo para la tercera economía más rica a nivel mundial. Solo cuentan con un 2,4% de desempleo y su PIB no para de crecer pero hay pobreza relativa y se mantiene en niveles más o menos similares desde hace casi dos décadas. La pobreza, relativa o no, afecta al 15% de la población.
Según datos del Gobierno, hay 4.977 personas que viven en la calle en todo Japón, ha disminuido un 77% el número de 'sin techo' en los últimos 11 años. En concreto, 1.242 personas sin recursos viven en las calles de Tokio. Aunque las ONG no están de acuerdo con estás cifras y aseguran que son muchos más los japoneses que no pueden acceder a tener un hogar. "Hay más personas sin techo de las que cuenta el Gobierno porque hacen el recuento por la mañana y es por la noche cuando se ven muchas más", asegura a EFE el cofundador de un grupo de ayuda a los sin techo, el bosnio Sulejman Brkic, mientras carga con bolsas, bandejas de comida y termos con té frío con el que ayudará a los japoneses invisibles que no tienen recursos.
Las ONG reparten comida y té a los japoneses que viven en las calles. Foto: EFE
En Shinjuku, uno de los distritos más bulliciosos de Tokio, centenares de personas sin hogar se resguardan debajo de puentes o pasos subterráneos. No es habitual ver a estas personas pidiendo dinero, como es habitual en otros lugares del mundo. La mendicidad es una vergüenza en un país para el que el honor es lo más importante. "No quiero nada", asegura un hombre mientras prepara un lecho con los cartones que ha podido encontrar, esta es la actitud más frecuente. "Se avergüenzan de la situación en la que están y saben que también son una vergüenza para la sociedad japonesa", según explica Daizo Tanaka, otro voluntario de la ONG.
Trabajadores pobres
No solo viven en la calle personas sin recursos, también hay japoneses que trabajan pero no obtienen lo suficiente para costearse una vivienda, son los trabajadores irregulares. En este caso, no son personas 'sin techo' exactamente, ellos habitualmente duermen en lugares como cibercafés que les resultan económicos y son asequibles a sus pocos recursos económicos que les impiden alquilar un hogar más permanente. El Gobierno Metropolitano de Tokio contabilizó en 4.000 las personas que viven en cibercafés de manera habitual. El doble de personas que hace 10 años recurren a pernoctar en estos establecimientos porque no ganan lo suficiente para una vivienda digna.
Este tipo de trabajadores suelen ser personas de edad avanzada que se han quedado sin trabajo siendo ya mayores y no pueden reincorporarse al mercado laboral. Sadao Kawamura, de 77 años, fue uno de esos trabajadores irregulares sin vivienda que perdió su empleo cuando estalló la burbuja inmobiliaria y financiera en los años 90 en Japón. Encadenó trabajos que solo le permitían pagar hostales baratos o pasar las noches en cibercafés. Ahora vive en las calles de Tokio.
Pasados los 50 años, según cuenta, le empezó a resultar más difícil encontrar trabajo y ni sus estudios de Derecho ni su experiencia laboral le sirvieron, por lo que acabó viviendo en la calle. La baja autoestima y la depresión, afecta a este colectivo que se avergüenza de su misma existencia. "Me sentía patético, estaba desesperado por salir de mi situación", confiesa con un hilo de voz Kawamura, un sentimiento que comparten casi todos los 'sinhogar' de Japón, según apunta Yuki Tsubasa, trabajador de la organización sin ánimo de lucro 'Moyai'.
No piden dinero y rechazan la ayuda, su situación es una deshonra. Foto: EFE
"Muchos se dan por vencidos y tampoco saben las ayudas que existen para sacarles de su situación", dice este voluntario y licenciado en sociología, quien define la pobreza en Japón como "un problema invisible al que la mayoría de las personas son indiferentes porque sienten que no es su responsabilidad".
Limpieza de cara a Tokio 2020
Presionado por diversas ONG, el Gobierno nipón legisló en 2002 para que las personas en esta situación pudieran alojarse en albergues para que pudieran centrarse en encontrar un trabajo. Estas leyes fueron las que ayudaron a Sadao Kawamura a volver a incorporarse al mercado laboral y poder dejar la calle. Pese a todo, para investigadores como la estadounidense Rayna Rusenko, de la universidad Sophia de Tokio, estas ayudas solo sirven para "paliar temporalmente la situación" y no se "centran en solucionar las causas reales de la pobreza".Añade que el Gobierno de Japón siempre ha sido "hostil".
Tanto la experta como voluntarios de las antes citadas organizaciones temen que esta actitud de las autoridades se recrudezca de cara a los Juegos Olímpicos que acogerá la capital en 2020, ya que "el evento se convertirá en una razón legítima para eliminar a los sin techo de los lugares públicos", según Rusenko.
Logotipo de los próximos Juegos Olímpicos. Foto: EFE
"El Gobierno está más preocupado en limpiar las calles que en solucionar el problema", afirma Christopher Warren, un activista que también participa en tareas de reparto de comida en Shinjuku.