Internacional
La negociación del Gobierno italiano arrancará en abril
- La primera fecha clave será el próximo viernes 23 de marzo
- Ese día se elige a los presidentes de Parlamento y Senado
Giovanni Vegezzi
Habrá que esperar tres semanas para que empiecen las negociaciones entre los partidos italianos. Tras unos días marcados por la espera de los resultados definitivos y las reacciones al inesperado avance de las formaciones antisistema (Movimiento 5 Estrellas y Liga Norte superan el 50% de los votos) ahora, los partidos buscan definir la estrategia de cara al periodo de inestabilidad política. Sergio Mattarella, la pieza llamada a resolver el puzzle político italiano.
El 23 de marzo se celebrará el primer pleno del Parlamento y habrá que sellar acuerdos para elegir a los presidentes de ambas cámaras. En el mismo día el Gobierno de Paolo Gentiloni formalizará sus dimisión, aunque seguirá en funciones a la espera de que se forme otro Ejecutivo.
Los analistas indican que la ronda de encuentros entre el Presidente de la República Sergio Mattarella y los líderes de los diferentes partidos empezará después de Semana Santa, muy probablemente el 2 de abril. Entonces, Mattarella, a quien le corresponde nombrar el primer ministro, intentará sondear a las diferentes formaciones para ver el margen para formar un Gobierno de coalición, la única solución en un Parlamento colgado. Mucho dependerá de la actitud del primer partido, el M5E, donde su líder Di Maio ha explicado que está "abierto a medirse con todas las fuerzas políticas". Sin embargo, habrá que ver si el Movimiento está dispuesto a formar un Gobierno con los partidos aliados o seguirá en su posición de pedir un apoyo externo a un Ejecutivo 5 Estrellas.
La otra fecha clave es el 27 de marzo, cuando los diferentes grupos parlamentarios elegirán sus presidentes. Dependiendo de quien sea elegido, cada partido revelará su actitud frente al bloqueo postelectoral. Todas las miradas están sobre del Partido Demócrata (PD), que fue derrotado en las urnas consiguiendo el 18,7%, frente al 40,8 de las europeas de 2014. Matteo Renzi presentó hace una semana su dimisión como secretario general, indicando no obstante que impedirá "gabinetes de crisis" formados por sus adversarios internos y pedirá que haya "un congreso resolutivo que permita el liderazgo (del secretario general) y hacer aquello para lo que ha sido elegido".
De esta manera el PD renovará su cúpula después de que hayan concluido las negociaciones sobre la formación de un Gobierno, explicó Renzi. Varios miembros de la cúpula del partido protestaron por esta dimisión "diferida". El secretario derrotado explicó que no representará el partido en las consultas con el Presidente de la República para la formación de un Gobierno y que para ese día irá "a esquiar". Renzi probablemente dejará el cargo hoy, durante una reunión de la dirección del partido, en las manos de su vicesecretario, Maurizio Martina.
La resistencia de Renzi
Es la última provocación del antiguo primer ministro a sus opositores internos: boicotear las negociaciones que la minoría del PD y sus aliados de Libres e Iguales ya han empezado con Luigi Di Maio, líder del Movimiento 5 Estrellas. De momento una alianza entre el M5E y parte del centroizquierda parece la opción más viable para formar un Gobierno. El único obstáculo es Renzi, que controla los grupos parlamentarios del partido y ha rellenado las listas de personas de su confianza. "Nunca gobernaremos con los extremistas" declaró el secretario saliente, con la esperanza de que la ingobernabilidad pase factura al M5E.
Lo mismo espera también Matteo Salvini, líder de la Liga Norte, otro de los ganadores de los comicios al superar a Berlusconi en votos (17,4% con respeto al 14 de Forza Italia). El secretario lingüista se ha convertido en el líder del centroderecha y piensa acudir al Quirinale (sede de la Presidencia de la República) para proponerse como primer ministro. Al frente conservador le faltan unos veinte senadores y unos cincuenta diputados para alcanzar la mayoría absoluta. Salvini, si no consiguiera formar Gobierno de centroderecha, preferiría quedarse en la oposición a la espera de un paso erróneo del M5E mientras fortalece su liderazgo en la derecha frente al ocaso de Silvio Berlusconi.