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Trump impondrá aranceles del 25% al acero y del 10% al aluminio

    Donald Trump. <i>Foto: Reuters</i>.

    elEconomista.es

    El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha asegurado este jueves en una reunión privada con productores industriales que creará aranceles del 25% al acero y del 10% al aluminio, siguiendo sus postulados de fortalecer la economía nacional y superando las recomendaciones que el Departamento de Comercio hizo hace unas semanas. Tras la filtración de la información, el Dow Jones perdió abruptamente 200 puntos, mientras que empresas del ramo subían, como US Steel (+9%), American Steel (+2,2%) o ArcelorMittal (+0,4%).

    Así, según varios medios estadounidenses, Trump ha afirmado a los asistentes que las nuevas tarifas se aprobarán la próxima semana. "Tendréis que reimpulsar vuestras industrias, es todo lo que pido", ha señalado el presidente.

    Aunque la Casa Blanca ha apuntado que no habrá declaraciones oficiales al respecto este jueves, Trump tuiteó a primera hora de la mañana sobre la cuestión: "Nuestras industrias del aluminio y el acero (y muchas otras) han sido diezmadas por décadas de comercio injusto y malas políticas con países de todo el mundo. No debemos permitir que se aprovechen de nuestro país, nuestras compañías y nuestros trabajadores por más tiempo. Queremos comercio libre, justo e inteligente".

    Una de las patronales del acero, Alianza para las Manufacturas Americanas, que incluye a acereras como U.S. Steel o ArcelorMittal, difunde desde hace unos días un anuncio de televisión emitido en Fox News, MSNBC o CNN presionando al mandatario para que cumpla con su promesa electoral de proteger la industria estadounidense.

    No se concreta los países afectados

    Aunque no se conocen detalles de las subidas ni los países afectados, todo apunta que el presidente se acercará a una de las tres opciones que Comercio planteó para las dos materias primas.

    Así, en el caso del acero, se propuso un arancel del 24% adicional a los existentes a todos los países importadores o bien subirlo hasta un 53% pero solo a 12 países (Brasil, China, Costa Rica, Egipto, India, Malasia, Corea del Sur, Rusia, Suráfrica, Tailandia, Turquía y Vietnam) y limitar las importaciones del resto de países a los niveles de 2017. La tercera opción sería tan solo limitar todas las importaciones a un 63% de los niveles de 2017.

    Algo similar ocurre con el aluminio, donde Comercio propuso un nuevo arancel del 7,7 % a todos los países o de un 23,6 % a China, Hong Kong, Rusia, Venezuela y Vietnam también acompañado de una limitación de las importaciones del resto de países a los niveles de 2017. La tercera opción tan solo limita todas las importaciones de aluminio al 86,7 % de los niveles de 2017.

    Advertencias de China y la UE

    Ante estas recomendaciones, tanto China como la Unión Europea salieron al paso rápidamente para recordar que una decisión económica de este calado tendrá consecuencias.

    Si la decisión final de Estados Unidos afecta a los intereses de China, tomaremos las medidas necesarias para defender nuestros derechos", advirtió el director del departamento de investigación comercial del Ministerio de Comercio, Wang Hejun. Además, el representante chino consideró que EEUU ya ha sobreprotegido la industria nacional, por lo que no debería imponer "imprudentemente" más restricciones sobre las importaciones.

    Similar advertencia realizó el portavoz jefe de la Comisión Europea, Margaritis Schinas: "Tomaremos las medidas adecuadas para defender la industria europea y estamos preparados para reaccionar con rapidez y de manera adecuada en caso de que nuestras exportaciones se vean afectadas por cualquier medida restrictiva tomada por Estados Unidos".

    Bruselas descartó, sin embargo, que la situación se asemeje a una "guerra" comercial y ha subrayado que en el comercio internacional no debe haber "ganadores y vencidos", sino ser enmarcarse en una relación beneficiosa para todas las partes y "basado en reglas".

    Desacuerdo en la Casa Blanca y en el GOP

    El compromiso de Trump con los industriales se ha producido en medio de las discrepancias internas tanto en la Casa Blanca como en el Partido Republicano. El estudio de los aspectos legales de la medida aún no se habían completado y los consejeros del presidente seguían debatiendo los diversos escenarios posibles y la lista de países afectados.

    Entre quienes se oponen a profundizar en el proteccionismo se encuentran el director económico Gary Cohn, el secretario de Defensa James Mattis, mientras que el negociador jefe de comercio Robert Lighthizer aboga por endurecer la política arancelaria en estas materias primas.

    Sin embargo, algunos miembros del Partido Republicano también se oponen a la medida, siguiendo las previsiones de los analistas de que se puede iniciar una guerra comercial que perjudique a todas las partes. 

    En este sentido, el senador republicano de Missouri Roy Blunt mostraba su preocupación sobre la respuesta de otros países a estos aranceles. "En nuestro estado hacemos acero y aluminio, pero seguimos comprando más de lo que fabricamos. Cosas como las hojas de aluminio con las que se construyen barcos - hacemos muchos barcos - no están disponibles en Estados Unidos", ha señalado.

    Algunos expertos señalan que esta subida de aranceles puede encarecer los precios para los sectores manufactureros, perjudicando así a un sector que crea muchos más empleos que los del acero y el aluminio, e incrementando los precios para el consumidor final con la consiguiente subida de la inflación.