Internacional

La CDU encomienda a Kramp-Karrenbauer el legado de Merkel

  • Designada por la canciller, su objetivo es renovar el partido
<i>Annegret Kramp-Karrenbauer y Angela Merkel. Foto: EFE</i>

Rubén Gómez del Barrio

Annegret Kramp-Karrenbauer no se detuvo en formalidades de cara a preparar su elección hoy como secretaria general de la Unión Cristianodemócrata (CDU). La que hasta hace una semana fue la primera ministra de Sarre dedicó el fin de semana a continuar con la agenda del partido y, entre otros actos, se reunió con un grupo de jóvenes de la formación que, desde hace semanas, exigen caras nuevas en la primera plana del principal partido alemán.

Annegret Kramp-Karrenbauer -o AKK, como ya se la conoce en Alemania-, no es precisamente a sus 55 años la cara más joven de su facción, pero su designación por Angela Merkel como la número dos de la CDU ha supuesto una auténtica revolución en la formación que ha sido respetada incluso por sus críticos más duros.

Es la primera vez que alguien abandona la primera línea de un Estado federado para mudarse al epicentro político de la CDU y será la segunda mujer en asumir la secretaría general. Todos coinciden en que la decisión de la canciller ha sido más que acertada, porque AKK es popular y respetada, aunque ahora tenga por delante la difícil misión de renovar y rejuvenecer los cimientos de una formación que acusa una remanente longevidad.

En una ocasión, Angela Merkel fue la más joven del Gabinete. En enero de 1991 se convirtió en la ministra de la Mujer y la Juventud, nombrada por el entonces canciller Helmut Kohl. Merkel contaba con 36 años cuando su carrera política cobró impulso con la oficina gubernamental. A los 45 años, asumió la presidencia de la CDU. Pero hoy todo ha cambiado. A los doce años de Merkel como canciller hay que sumar el trabajo de otros miembros del partido que, como Volker Kauder, sigue a sus 68 años liderando la facción de la Unión conservadora en el Bundestag. Como él, otros tantos que circundan su edad y que ahora han hecho resurgir voces dentro del partido, -como la del jefe de la Unión Paul Ziemiak-, que exigen "caras nuevas y frescas".

AKK no es la más joven de la CDU pero, para la prensa alemana, sí representa la savia nueva que necesitan. De hecho, en una entrevista publicada este fin de semana por la revista Der Spiegel, Kramp-Karrenbauer aseguró que fortalecerá el peso de la agrupación sobre el Gobierno, incluso si con ello tuviera que entrar en conflicto con la canciller. "Sin duda habrá puntos en los que Merkel y yo tengamos visiones diferentes", aseguró. Con todo, y más allá de la frase, es de sobra sabida la buena relación entre ambas. La canciller sabía en qué manos estaba dejando su legado.

AKK no fue solo una de las grandes defensoras dentro del partido de la política de puertas abiertas a los refugiados que lideró Merkel en 2015, sino que estuvo, por ejemplo, entre quienes se opusieron a la aprobación del matrimonio homosexual -Merkel también votó en contra- o, dentro de la política de refugiados, defendió la idea de determinar con exámenes médicos la edad biológica de aquellos que se declaren menores y con los que haya duda.

Mantener el giro al centro

De cara al ala conservadora del partido, esta política tiene la ventaja de que ha hecho una carrera clásica dentro de la CDU, empezando desde las juventudes y pasando desde ahí a ocupar posiciones destacadas dentro de la agrupación, primero en el Sarre y luego a nivel federal, donde forma parte de la dirección de esta fuerza política. De hecho, su designación fue interpretada como una señal de que Merkel piensa continuar el proceso que ha llevado a la CDU a girar hasta el centro desde que llegó a la presidencia del partido hace dieciocho años.

Y, como prueba, las palabras de AKK en Der Spiegel en las que se opuso a redireccionar la formación hacia la derecha. "Me opongo firmemente a que nos definamos como un partido solo de conservadores" aseguró, aunque también quiso matizar que quiere impulsar una discusión programática en la que participen desde la cúpula hasta las bases.

En el congreso de hoy, la CDU no solo elegirá a la nueva secretaria general, sino que también será votado el acuerdo de Gran Coalición, días antes de que se conozca el resultado de la militancia socialdemócrata que, desde el martes, vota en una consulta vinculante el entrar a formar parte de un gobierno con la canciller. El futuro de la CDU depende de lo que decidan estas bases, cuyos resultados se conocerán el 4 de marzo. Hasta entonces, periódicos como Welt, empiezan a especular si AKK y la próxima líder socialdemócrata del SPD, Andrea Nahles, podrían ser las próximas candidatas a la elección de canciller en 2021.