Internacional
Merkel roza una victoria agridulce por la expansión de la ultraderecha
- La AfD usa a los estrategas de Trump para crecer en la recta final
elEconomista.es
Con los sondeos en la mano, Angela Merkel repetirá cancillería. Así lo llevan reflejando las encuestas desde hace más de cinco meses. Merkel ha llegado a aventajar a su rival directo, Martin Schulz, en 14 puntos.
Pero los últimos días, cuando la campaña electoral se ha intensificado más y ha llegado a su recta final, la canciller ha ido cayendo tres puntos hasta quedar con el 34 por ciento. Le salva que los socialdemócratas obtendrían el peor resultado de su historia (21 por ciento) y le puede condenar que la ultraderecha vive sus horas más felices, con un 13 por ciento. Ya aventajan en dos puntos a la izquierda radical Die Linke.
Hasta hace poco nadie dudaba de que la repetición de la Gran Coalición era ya más que un hecho, pero ahora las dudas planean sobre una posible coalición Jamaica (los colores de la bandera de ese país son los mismos que los de los tres partidos que la conforman) entre Democristianos, Verdes y Liberales (FdP). Esta campaña, una de las más monótonas que se recuerdan, ha estado marcada por la falta de confrontación de Merkel y Schulz. Aunque él en alguna entrevista sí arremetía contra la canciller, ella simplemente esquivaba envites y no revelaba con quién querrá pactar. Si algo se le puede atribuir a la democristiana es el perfecto control de tiempos y una habilidad increíble para salir victoriosa. Ha pactado con todos los partidos que entrarán al nuevo Bundestag, salvo con Die Linke y la extrema derecha.
Mientras esto ocurría, la ultra Alternativa para Alemania conseguía hacer una meteórica campaña electoral por Internet. Aunque sus mítines no han sido multitudinarios, han recaudado casi un millón de euros para invertir en comunicación digital y han contratado a Harris Media, la agencia de comunicación que llevó la campaña electoral de Donald Trump. Una de sus nuevas estrategias consiste en trollear los carteles electorales de sus adversarios digitalmente. Lo han hecho, por ejemplo, con el famoso póster en el que Merkel dice: "Por un país en el que nosotros vivamos bien y a gusto". Con la misma apariencia, han añadido la palabra "alemanes" y han pedido el voto para AfD. En el nuevo cartel que han difundido se lee: "Por un país en el que nosotros los alemanes vivamos bien y a gusto". El Estado del bienestar es precisamente uno de sus puntos de mira, pues los ultras quieren que se mantenga solo para nativos en detrimento de extranjeros o refugiados, algo con lo que los demás partidos no coinciden.
Si se reedita la Gran Coalición Merkel tendrá a su favor que ha sido una legislatura sin demasiados sobresaltos y en la que se han aprobado algunas medidas interesantes, como el establecimiento del Salario Mínimo Interprofesional. También obtendrá una gran gobernabilidad, ya que todas las propuestas del Ejecutivo se aprobarán automáticamente, pues la oposición será condenada al ostracismo parlamentario. Si se coaliga con liberales y verdes deberá lidiar con las diferencias de éstos en cuestiones como energía o migración y es posible que algunas propuestas no se aprueben o necesiten de debates más profundos para salir adelante.