Internacional

Las elecciones francesas, en cinco palabras

  • Macron y Le Pen se disputarán la Presidencia en una segunda vuelta
  • ¿A quién votaron los jóvenes? ¿Y la clase alta? ¿Cómo fue la participación?
Una urna durante las elecciones en Francia. Imagen: EFE

EFE

La segunda vuelta de las presidenciales francesas enfrentará al socioliberal Emmanuel Macron y a la ultraderechista Marine Le Pen, como habían pronosticado los sondeos, consumando así el desastre de conservadores y socialistas. Éstas son, condensadas en cinco palabras, algunas de las claves que explican lo sucedido ayer en Francia y el panorama que se abre para la segunda vuelta del 7 de mayo.

1. Cambio. La sed de cambio es tan evidente que ha llevado a las puertas del Elíseo a un joven candidato de quien todavía se conoce muy poco. Hace sólo un año, Macron era un ministro de Economía novato y sin apenas experiencia política. Hoy es el favorito. Le Pen es una vieja conocida, pero su propuesta es radicalmente rupturista y todavía no ha sido testada con tareas de mando.

2. Participación. Los institutos demoscópicos acertaron en todo, salvo en una cosa: la abstención fue mucho menor de la prevista. El 79% de franceses que fueron a votar influyeron en que Le Pen no obtuviese un resultado tan alto como esperaba y en que Macron sumase al carro a muchos indecisos.

3. Jóvenes. Le Pen tenía grandes esperanzas en que la juventud francesa le diese la primera plaza desde la que asaltar la Presidencia en la segunda vuelta. Pero en esta ocasión los jóvenes le dieron la espalda. En la franja de 18 a 24 años, perdió frente al izquierdista Jean-Luc Mélenchon, mientras que de los 25 a los 34 fue Macron quien la derrotó, según datos del instituto Ipsos.

4. Dinero. Los más ricos votaron por Macron, los más pobres por Le Pen. Es simple, pero es así. La brecha entre la Francia que triunfa y la que sufre se reflejó nítidamente en el voto. Aunque hay matices: el socioliberal le "robó" a Fillon la primacía en los hogares más acomodados, mientras que Mélenchon le dio un mordisco doloroso a la ultraderechista entre las familias que sufren para llegar a fin de mes.

5. Cataclismo. O hecatombe. O debacle. O incluso apocalipsis. Se agotan las palabras para definir el desastre electoral vivido por el Partido Socialista y su candidato, Benoît Hamon. Con apenas un 6% de los votos, estuvo a punto de vivir la humillación suprema de ser derrotado por uno de los llamados "candidatos pequeños", Nicolas Dupont-Aignan. Todas las alarmas han sonado en la calle Solferino, sede del partido, antes de afrontar las cruciales legislativas de junio.